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Mi primera historia de Navidad

En las próximas semanas quiero compartir con vosotros algunos de mis mejores recuerdos de Navidad. El primer recuerdo comienza así.

Que bien, ya están aquí los días más mágicos del año. Unas fechas donde se crea ilusión, reencuentros y momentos especiales para disfrutar con la familia… Unas fechas donde las ciudades se llenan de luces y se tiñen de una esencia increíble, llena de fantasía… Unos días donde se construyen deseos y se traen recuerdos de la memoria.

Las Navidades, para mí, conllevan un viaje que me hace regresar a mi infancia, recordando aquellas navidades que pasaba con mis abuelos, primos y tíos… Cuando veo esas fotografías realizadas por mi familia hace años, me trasladan a una época ya vivida e inolvidable. En este post me voy a detener en los preparativos y decoración navideña.

Sin duda, las Navidades han sido y siguen siendo una de mis épocas preferidas. Me encantaban especialmente cuando era más pequeña. Eran días maravillosos, se acababan las clases y empezaban las vacaciones, observaba con entusiasmo como mi madre ponía el nacimiento y el árbol de Navidad con mimo y dedicación.

Los adornos navideños de mi casa, se guardaban en el trastero (en casa ya no nos cabían más cosas). Recuerdo como si fuera ayer cuando decía con una ilusión que se me salía por los ojos: “¡Papá, trae el nacimiento, el árbol, y los adornos, que este fin de semana los ponemos con mamá y los hermanos!!!  ¿vale?”. Al mismo tiempo, mi madre que siempre tenía tanta ilusión como yo, o más, respondía: “Sí, claro, ¡ya lo estaba yo pensando…!!! ¡Este fin de semana, que no me toca trabajar lo ponemos todo!!!”.

A mí se me pasaba la semana deseando comenzar a sacar cajas del trastero…el árbol asomaba, por un lado, el espumillón y las guirnaldas de colores verdes, dorados y rojos, se dejaba ver en una caja entreabierta y ajada por el paso del tiempo, las antiguas bolas de colores tintineaban, junto a otros adornos más recientes que hemos ido coleccionando de nuestros viajes y que en sí mismos rezuman recuerdos en familia y momentos felices. Las figuras del nacimiento descansaban entre papel burbuja, a la espera de cobrar el protagonismo que les corresponde, al menos, durante unas semanas del año.

¡¡¡¡Ya está aquí papá!!!!!!!! Se me oía. Y mis hermanos corrían para ayudar a mi padre a subir las cajas. He de confesar que cuando lo recogíamos todo después de Reyes, no tenía tanto entusiasmo, os lo aseguro, todo lo contrario, ¡qué tristeza! (hasta el año siguiente, me decía).

La Navidad es una fiesta que celebran millones de personas en el mundo. Está llena de emociones, sentimientos y es sin duda, un momento perfecto para compartir experiencias y crear recuerdos en familia. Las vivencias de la infancia entorno a la Navidad, marcan para toda la vida.