En ciertos momentos, la armonía que envuelva nuestra vida se rompe. Es como un rompecabezas en el que una pieza no encaja bien, y esos pilares fuertes y seguros que sirven de sustento, se convierten en débiles llenos de grietas. ¿Qué ha ocurrido?, ¿por qué de repente todo se vuelve en nuestra contra? Quizás tu trabajo ha empezado a ir mal, los problemas con tu pareja han hecho acto de presencia o la enfermedad está acechando tu vida. Seguramente, te sientas identificado y comprendas perfectamente lo que es sentirse impotente mientras todo a tu alrededor se desmorona. Pero no todo es negativo y nunca hay que rendirse, ni siquiera cuando pierdes la confianza en que todo volverá a ir bien. A continuación, en este artículo te contamos qué puedes hacer cuando ves cómo el mundo cae a tu alrededor, poniendo el foco tanto en la motivación como en nuestros terapeutas ocupacionales.
La palabra motivación proviene de «motif«, que significa motor o algo que genera movimiento. Por lo tanto, estar motivados es tener una razón o deseo que nos lleva a actuar. Ese deseo es tu punto de partida. Pero es importante que lo desees con intensidad, con la mente y el corazón. Por lo tanto, tiene que ser importante para ti, no para otras personas. Sólo así, vas a estar dispuesto a hacer el esfuerzo necesario.
Un camino de motivación que es mejor realizarlo acompañados
A lo largo de nuestra vida, se encuentran multitud de situaciones difíciles, retos continuos y grandes obstáculos para los que se necesita una actitud positiva, ganas de salir adelante, luchar y superarse día a día para conseguir mejores avances en la rehabilitación y poder así restablecer, en la medida de lo posible, la situación anterior al daño cerebral.
Por ejemplo, sufrir un daño cerebral adquirido, sea por la causa que sea, es una situación que rompe por completo la vida y los planes de la persona a la que le ocurre. De la noche a la mañana se pasa de tener una vida normal y ser totalmente independiente a estar en una situación de discapacidad en la que te ves en una silla de ruedas, con dificultad para moverte, hablar, comer, vestirte…en Gerosol estamos contigo para hacerte la vida más fácil, gracias al amplio servicio que ofrecemos, así como a nuestro cualificado personal.
Los terapeutas ocupacionales trabajan con el fin de que la persona vuelva a ser lo más independiente posible en las actividades de la vida diaria. Para ello se realiza una valoración exhaustiva de las capacidades y dificultades a nivel físico, cognitivo, sensorial y social que hayan podido quedar a consecuencia de la lesión o enfermedad, y así saber cómo diseñar el tratamiento más adecuado para el paciente. Para que éste sea efectivo hay que tener en cuenta varios aspectos que influirán en su motivación a la hora de afrontar la rehabilitación. Uno de ellos es adaptar cada actividad a la necesidad concreta del paciente en cada momento, ya que una actividad muy sencilla les puede aburrir y una muy complicada les puede frustrar. Otro aspecto a considerar es planificar el tratamiento en base a las prioridades del paciente; la motivación de éste se incrementará si se trabajan las áreas que más le preocupan en relación a su recuperación. Además, si se diseñan actividades que sean significativas para la persona, es decir, que estén relacionadas con sus roles anteriores o sus aficiones, su implicación en éstas será mayor.
Asimismo, como profesionales, la actitud ante los pacientes también influirá en su motivación; es imprescindible ser amable, cariñoso, mostrar empatía y tener mucha paciencia. Lo que para otra persona puede resultar muy sencillo, para el paciente puede ser todo un mundo, y hay que apoyarle, darle confianza y reforzarle de manera positiva cuando finalice una actividad con éxito, de ésta manera verá su esfuerzo recompensado y se animará a seguir adelante con la rehabilitación.
Por ello, en Gerosol, nuestro equipo de terapeutas ocupacionales trabaja para favorecer el desarrollo de una sociedad más justa e inclusiva en la que los individuos puedan participar según su potencial en las ocupaciones de la vida diaria. Además, creemos en la ocupación y en el desarrollo del talento como motor de transformación tanto social como anímico.
Los recuerdos como gasolina para seguir avanzando
Además, rememorar recuerdos felices tiene una función adaptativa y nos permite hacer frente con más éxito a las experiencias negativas que están por llegar, como una especie de vacuna contra el desánimo o, lo que es lo mismo, la desmotivación. De hecho, revivir emociones positivas al echar un vistazo al pasado se relaciona con el nivel de resiliencia, es decir, la capacidad que tiene cada persona de sobreponerse al dolor emocional y las situaciones adversas. Se ha demostrado que las personas resilientes tienen una mayor activación del sistema de recompensa al recordar buenos momentos pasados y que, por tanto, es la mayor dosis de dopamina la que les motiva a seguir adelante y a mirar hacia el futuro con optimismo. La mayoría de los recuerdos que tenemos de nuestra infancia provienen de fotografías, y lo mismo ocurre con momentos que nos han hecho disfrutar a lo largo de nuestra juventud y adultez que, aunque percibidos como importantes en el momento, van quedando en el tintero. ¿Recuerdas todas las barbacoas con tus amigos?, ¿cada examen que has aprobado?, ¿cada día en el parque con tus hijos?…
No te rindas porque tu esfuerzo tendrá su recompensa.