La paz, un trabajo constante todos los días del año

Cada día que abrimos el periódico o vemos nuestras redes sociales, no faltan titulares que hablen de guerras, violencia, intolerancia y discriminación. Ante este escenario, casi con certeza, todos nos habremos hecho la pregunta: “¿alguna vez viviremos en paz?” pero no obtenemos nunca la respuesta deseada. Sin embargo, si convives con niños y niñas en tu entorno más cercano, es muy probable que estos días los encuentres entonando canciones por la paz o dibujando palomas. Y es que el próximo 30 de enero, se celebra el Día Escolar de la Paz y No Violencia.

Todos sabemos que necesitamos vivir en paz para desarrollarnos libres y plenamente. Los contextos violentos dificultan el cumplimiento de los derechos humanos y atentan contra la dignidad de las personas. Sin embargo, actualmente, los niños y jóvenes, están siendo bombardeados constantemente con textos, datos e infografías, entre otros, que los exponen, queramos o no, a una realidad cada vez más violenta. Por si fuera poco, comportamientos como el bullying en las escuelas, el ciberacoso y el escarnio digital, están generando personas inseguras y con muy baja autoestima.

Un mensaje sencillo pero necesario

Por esta y otras razones, el mensaje básico de este día es: Amor universal, No-violencia y Paz. El Amor universal es mejor que el egoísmo, la No-violencia es mejor que la violencia y la Paz es mejor que la guerra. En realidad es una pena que haga falta consagrar un día a este motivo para concienciar a todos de lo esencial que es la paz en el mundo.

El origen de tan importante fecha se remonta a la década de los años 60,  más en concreto en 1964, que fue cuando surge la iniciativa independiente, no gubernamental, voluntaria y pionera de una Educación Pacificadora y No violenta, iniciativa que fue desarrollada por el profesor español Llorenç Vidal. También hay que decir que este día tan especial fue reconocido en el año 1993 por la UNESCO.

Curiosamente, el 30 de enero coincide también con el día del fallecimiento de una figura clave a nivel mundial en materia de paz. Nos estamos refiriendo a Mahatma Gandhi (Porbandar 1869, Unión de la India 1948), que murió asesinado por un radical hinduista. De Gandhi hay que destacar, entre otras cosas, que se convirtió en el líder del Movimiento de Independencia Indio, abogando en todo momento por la desobediencia civil pero sin violencia de ningún tipo.

La paz a nivel individual e interpersonal

Con frecuencia, la paz es un valor que suele perderse fácilmente de vista, pero no debe entenderse como “no meterse con nadie”, con un dejar hacer a los demás para que me dejen “vivir en paz”. La calma y tranquilidad tampoco se da, necesariamente, como producto de convivir con personas afines. Más bien, mucha de la paz que podamos vivir con los demás radica en nuestra forma de expresarnos. En algunos momentos tenemos el impulso de hacer notar los errores de nuestros interlocutores sin saber todo lo que tienen que decir, provocando discusiones y resentimientos. Expresar nuestro punto de vista en el momento oportuno, facilita la comunicación y aumenta las posibilidades de superar las dificultades, pues ambas partes se sienten escuchadas.

Desde Gerosol, nos gustaría recordarles a todos, que nuestros mayores, también desean vivir en un planeta en el que se pueda respirar justicia y paz. Por ello, alzamos conjuntamente nuestras voces para pedir un planeta mejor. Apostamos por la paz, apostamos por la ausencia de guerras, las injusticias y por el diálogo. Apostamos por un mundo mejor para nuestros seres queridos.

Además, sentimos que vivimos en una época en la que se habla mucho de armonía y paz interior, sin embargo pocos mencionan que una de las mejores formas de alcanzar estos ideales es mediante el espíritu de servicio hacia los demás. La paz es el fruto de saber escuchar, de entender las necesidades ajenas antes de las propias. Esta es nuestra máxima cada día.

Esta celebración es, por tanto, una oportunidad más de contribuir a que los centros se conviertan en instrumentos de paz y entendimiento entre personas de distinta formación, raza, cultura y religión. No hemos de olvidar que la escuela es un reflejo de una sociedad con la que comparte defectos, pero en ella también se educa para la vida y se busca desarrollar en los alumnos las capacidades y competencias necesarias para una participación social activa.

Finalizamos este artículo con dos magníficas citas: «La no violencia es la mayor fuerza a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más poderosa concebida por el ingenio del hombre», decía Gandhi, quien también destacaba otra de sus máximas: “No hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.