El género es la parte fundamental de nuestra identidad como seres humanos. La primera pregunta que toda persona hace acerca de nosotros es «¿Es un chico o una chica?». A pesar de su importancia, la mayoría de la gente nunca piensa demasiado acerca del género. No tienen idea de qué es lo que causa la sensación de ser niño o niña, hombre o mujer. La identidad sexual de la mayoría de las personas concuerda con su anatomía. Sin embargo, como ya veremos, las cosas no son tan simples.
Una realidad desconocida
Imaginemos que pasamos por delante de un espejo y al mirarnos vemos que nuestro cuerpo es del otro sexo. Nos quedaríamos perplejos/as por unos instantes, pero al final nos damos cuenta de que todo es real, no nos lo estábamos imaginando.
Hasta hace pocas décadas, la sociedad no empezó a ver con normalidad la existencia de transexuales. Sin embargo, la transexualidad no es un fenómeno actual sino que existe desde la antigüedad, y en diferentes culturas. Según la Organización Mundial de la Salud, el transexualismo (denominación utilizada desde 1940), es el deseo de vivir y ser aceptado como un miembro del género opuesto, por lo general acompañado por el deseo de modificar mediante métodos hormonales o quirúrgicos el propio cuerpo para hacerlo lo más congruente posible con el género preferido.
La realidad que viven las personas transexuales/transgénero en nuestra sociedad es desconocida y está llena de estereotipos y estigmas negativos. Esto hace que dichas personas vivan una situación muy difícil y frustrante, una realidad desconocida para la gran mayoría de la ciudadanía.
Ser transexual no es una enfermedad. Es una identidad sentida y vivida desde la infancia. Con el paso del tiempo lo importante es ir asumiendo lo que en verdad eres y sientes, y si llegas a la conclusión de que eres una persona transexual, lo importante es buscar ayuda y orientación médica para adecuar tu cuerpo a tu verdadera identidad, lo cual pasa por iniciar el proceso de transexualización.
La identidad de género y la orientación sexual no son lo mismo. La orientación sexual hace referencia a la atracción física, romántica y/o emocional de una persona por otra, mientras que la identidad de género se refiere al deseo interno que una persona tiene de ser hombre, mujer o algo diferente. Las personas trans pueden ser heterosexuales, lesbianas, homosexuales, bisexuales o asexuales, del mismo modo que pueden serlo quienes no son transgénero.
Un proceso de cambio
El cambio de sexo no sólo incluye las operaciones. Éste sólo es uno de los pasos y no es imprescindible. A algunas personas les bastará con hormonarse, otras se pondrán pechos o se los quitarán y sólo unas pocas cambiarán sus genitales. Primero hay que pasar por un diagnóstico psiquiatrico para descartar otras patologías como la esquizofrenia; deben incluirse también informes psicológicos y del endocrino. Este proceso dura de 3 a 6 meses, y si se supera, comienza la hormonación (que es para toda la vida) y la experiencia de vida real, que dura dos años. Después, si los médicos lo aconsejan y el paciente quiere, llega el turno del cirujano plástico para modelar el cuerpo.
Es de vital importancia facilitar y favorecer la inserción laboral a través de la actividad formativa de las personas transexuales para que dicho colectivo esté cualificado evitando su discriminación y fomentando la igualdad en oportunidades con el resto de la población.
En este sentido, hay que sensibilizar a la población en general de la situación de las personas transexuales, su problemática y las circunstancias de vulnerabilidad que sufren.
Para una persona transexual, operada o no operada, la relación con personas que siguen hablándole en su género biológico a pesar de conocer el problema es totalmente superficial y desagradable. No puede haber actitud más desafortunada en el trato con transexuales que el uso de su género biológico para el trato con ellos.
La necesidad que sienten los transexuales de recibir tratamiento para que su cuerpo se adecúe al sexo al que mentalmente pertenecen se topa con múltiples barreras que les llevan a una situación de marginación y automedicación. La administración de hormonas sin control puede llegar a poner en serio peligro su vida.
La cirugía estética puede ser un medio para corregir algunos defectos, solucionar algún que otro complejo, potenciar encantos, quitarse unos años de encima… Hoy en día el bisturí se ha convertido en un cincel con el que modelar la apariencia física, aunque se deben extremar las precauciones.
Toda intervención quirúrgica, también la cirugía plástica, implica ciertos riesgos. Semanalmente, los cirujanos plásticos llevan a cabo con éxito decenas de operaciones. Sin embargo, cada paciente debe tener en cuenta que todo tratamiento conlleva riesgos, independientemente de la especialidad en la que se lleve a cabo la intervención.
Los principales riesgos y complicaciones de la cirugía plástica son el rechazo de los implantes, trastornos de la sensibilidad, coloración cutánea anormal, necrosis de tejidos, asimetría, cicatrización anormal, trombosis, hemorragias, dolor y reacciones alérgicas al anestésico. Independientemente del hecho de que se trabaja en un espacio estéril se puede producir una infección.
Cuando uno conoce a un transexual, está conociendo a una persona que sabe cómo amar, sabe cómo valorarse a sí misma y como resultado, sabe cómo amar y valorar a otros.
Hay una batalla contra el ser humano, su mente, su espíritu y su esencia. Y esa batalla es real. Con información y consciencia se pueden tomar decisiones responsables y conscientes. Entender al otro significa poder ponerse en su piel más allá de su propia opinión. Es necesario unir esta sociedad tan fragmentada, para poder construir el progreso y obtener resultados positivos, erradicando la discriminación por identidades, porque bien sabemos que todos somos iguales en derechos y eso es lo que deberíamos hacer valer y notar.
Fuentes de información
http://www.elmundo.es/f5/comparte/2017/03/03/58b94aa322601d12098b459a.html?cid=SIN12201
http://web.eldia.es/vidaycultura/2013-10-20/7–transexual-nace-hace-sabe-tres-cuatro-anos.htm
http://kidshealth.org/es/parents/transgender-esp.html