¿Eres de los que confía en las vitaminas naturales para cuidar sus defensas? ¿O prefieres elegir las vitaminas químicas para reforzar tu sistema inmune? Te hablaremos de las diferencias entre vitaminas sintéticas y naturales, así como de los beneficios. ¡Sigue leyendo y decide por ti mismo!
Partir siempre de una dieta sana y equilibrada
Cada persona es un mundo y decide cuidarse de un modo diferente. Sin embargo, para poder hacerlo lo mejor posible, necesitas estar informado y saber qué beneficios le aportará a tu cuerpo cada cosa que consumas.
El cuerpo requiere de la suficiente cantidad de vitaminas para poder regular las funciones vitales. Influyen en la regulación hormonal, la formación de los tejidos y de células en sangre, entre otras funciones. Sin embargo, no siempre todos estos nutrientes pueden ser creados por el organismo de manera natural. En la mayoría de los casos se incorporarán a través de la dieta, ya sea de manera natural, o sintética.
Por tanto, tienes que conocer la principal diferencia entre las vitaminas sintéticas y naturales. Las de origen sintético son aquellas que se obtienen por procedimientos químicos o de fermentación, mientras que las naturales son extraídas directamente de fuentes orgánicas, los alimentos. A diferencia de las sintéticas, las vitaminas naturales están unidas a co-nutrientes, lo que permite que se absorban más y se eliminen menos.
La eficacia de algunos remedios naturales para reforzar las defensas ha sido muy criticada (y sigue siendo) en los últimos años. Tomar zumo de naranja (por su contenido en vitamina C) puede que no te prevenga de resfriados, pero sí existen evidencias que garantizan que puede acortar la duración del proceso. Por ese motivo, sigue siendo recomendable tener vitamina C, a mano, cuando se acerca el invierno. El Zinc es otro activo natural que mejora las defensas. Se trata de un mineral que se encuentra en las células de nuestro cuerpo y tiene numerosas funciones.
Podemos reforzar la ingesta de vitaminas mediante suplementos alimenticios
Lo realmente importante es que se le dote al cuerpo de todos los nutrientes que reclame. Para ello, será preciso que ajustemos la dosis de vitaminas que necesita, que puede ser por medio de la alimentación o de los suplementos vitamínicos. Lo adecuado sería que todas estas vitaminas que reciba el organismo lleguen a través de los alimentos que consumimos, pero no siempre se alcanzará la dosis adecuada. En ese caso nos veremos en la obligación de recurrir a la suplementación para corregir ese déficit natural. La síntesis de estos compuestos facilita que muchas vitaminas se pueden sumar con normalidad y en las dosis precisas a la dieta diaria. Si no pudiese ser así, estaríamos ante un importante problema.
Ciertamente, los trastornos médicos, las etapas de la vida y las dietas especiales pueden aumentar el riesgo de ciertas insuficiencias que comprometen la salud. También en algunos casos, como puede ser el de la vitamina K, la suplementación resulta incluso más beneficiosa que la propia dieta. Esta vitamina resulta de gran valor para la formación de glóbulos rojos y la coagulación de la sangre.
Además, si bien carecemos de suficiente evidencia que justifique suplementar con vitamina D en la prevención y/o tratamiento de la infección por COVID-19, a la fecha resulta cada vez más factible que esta hipótesis sea válida debido a la acción antiinfecciosa e inmunomoduladora que ejerce, mejorando las barreras intercelulares.
Cabe destacar que nuestros intestinos se vuelven menos eficientes a medida que envejecemos, en particular cuando llegamos a los 60 y los 70, y eso limita nuestra capacidad para obtener suficientes sustancias nutritivas de los alimentos. En Gerosol, pensamos que enriquecer la dieta de los beneficiarios/as mayores con complementos vitamínicos es clave para ayudar a que se mantengan con mejor salud. Nuestro Equipo de profesionales, actuará de manera involucrada y coordinada para procurar la vigilancia de la salud y hábitos saludables.
No hay ninguna opción que sea mejor que la otra, por lo tanto, hay que quitarse de la cabeza la idea de que lo artificial resulta más perjudicial que lo natural. Como se acaba de explicar, en ciertas situaciones los suplementos vitamínicos se acaban convirtiendo en una estupenda opción para dotarle al organismo de los nutrientes esenciales.