Porque decir sí quiero a los huertos urbanos

Resulta una realidad que la vida en las grandes ciudades nos suele desconectar de la vida natural. Nos sumergimos en sonidos, olores, alimentos, construcciones y situaciones que nos dejan cada vez más distantes del medio natural para el cual nuestro cuerpo fue proyectado para funcionar. Actualmente la idea de seleccionar cada vez más lo que comemos, la vuelta a nuestras raíces o el simple hecho de disfrutar del contacto con la naturaleza son algunos de los motivos por los que muchos la propuesta de tener su propio huerto en la ciudad está cada vez más en auge. Hoy en Gerosol, te contamos las herramientas que necesitarás para lanzarte al mundo del cultivo doméstico y las ventajas que te aportará. ¿Te apuntas?

Los huertos urbanos son espacios al aire libre o de interior destinados al cultivo de verduras, hortalizas, frutas, legumbres, plantas aromáticas o hierbas medicinales, entre otras variedades, a escala doméstica. Dentro de esta variedad los cultivos que mejor se adaptan al huerto en casa, son: rábano, cebolla, lechuga, zanahoria, tomate, berenjena, pimiento, pepino, espinaca, haba, fresa y ajo. Sabiendo esto, aprendamos los secretos esenciales para lograr un huerto urbano exitoso.

Organización y planificación para sacar el mayor rendimiento

Si ya estás decidido, lo primero que debes tener en cuenta es la luz del sol. Es importante que tu huerto tenga luz directa del sol al menos durante un mínimo de seis horas al día, por ese motivo, si puedes elegir orientación, lo mejor es que sea sur/sureste y evitar todo tipo de sombras de edificios u otros obstáculos. Patio, jardín, terraza o incluso ventana, pueden ser espacios válidos, pero debes ser muy organizado y aprovechar al máximo, cada hueco es útil. Dependiendo de la luz directa, deberemos elegir qué plantas, especies u hortalizas y en qué época podremos plantar. Pero si el espacio da al norte tampoco hay que desanimarse. Aunque crezcan más despacio, también es posible cultivar verduras. Las hortalizas que mejor sobreviven en terrazas con pocas horas de sol suelen ser las de hoja y las de raíz: espinaca, apio, col, coliflor, coles de Bruselas, lechuga, nabo, puerro, rábano, acelga, escarola, habas, guisantes, fresas y muchas aromáticas como perejil, cilantro, menta, albahaca y orégano.

El aporte de agua es un factor clave y dependiendo de lo grande que sea tu huerto deberemos tener un sistema de riego u otro. Si tenemos jardín o un espacio de tierra grande, será necesario poner un sistema de riego por goteo o incluso plantearnos utilizar el agua de lluvia con un sistema de canaletas. No obstante, si tenemos macetas con una regadera es suficiente.

 

Para iniciar tu huerto, debes seleccionar las semillas según el calendario de siembra, y ver qué hortalizas o especies puedes plantar. Una vez las tengas seleccionadas, solamente te quedará elegir el tipo de maceta y sustrato, o por el contrario la materia orgánica para conseguir un suelo fértil. Con esto, ya puedes comenzar a sembrar para conseguir los múltiples beneficios que tienen los huertos urbanos.

Multitud de beneficios, físicos, gastronómicos y mentales

El hecho de comer frutas, verduras y hortalizas que uno mismo ha cultivado es siempre una recompensa. Sin duda, con un huerto urbano estaremos más motivados a consumir fibra vegetal, lo que traerá múltiples beneficios para nuestro equilibrio dietético, la bajada del índice glucémico en nuestra sangre, y la buena salud de nuestra microbiota intestinal. Poder disfrutar de todos estos beneficios tanto con tu familia como uno mismo es todo un placer.

Gracias a un huerto urbano, conocemos de cerca los ciclos naturales de la tierra y las condiciones propias de nuestro entorno. Al hacerlo, fomenta en nosotros el respeto hacia el medioambiente y la necesidad de conservar los recursos que usamos día a día.

Las necesidades de un huerto urbano hacen que debamos mover los brazos, agacharnos, inclinarnos, levantar y sostener pesos… En definitiva, son una fuente de ejercicio físico moderado que sin embargo variará en función del tamaño y extensión del huerto. Para muchas personas que no practican ningún tipo de ejercicio intenso y llevan una vida sedentaria es una actividad bastante apropiada. También al ser una actividad relajada y de rutinas tranquilas, es muy recomendado para personas de todas las edades porque ayuda a disminuir los niveles de estrés.

Con la crisis y la situación de desempleo de muchas personas se ha experimentado un auge de los huertos urbanos y la agricultura ecológica como una alternativa de ocio e incluso como apoyo a la economía familiar. Sin duda es una buena forma de ahorrar y autoabastecernos con el autoconsumo de nuestras plantaciones.

En Gerosol, le damos la importancia que merece a la naturaleza en su estado más puro, aprovechando las frutas de temporada para elaborar las recetas más saludables y apetecibles, con la intención de que nuestros mayores tengan una salud de calidad. Al mismo tiempo defendemos todos los beneficios anteriormente expuestos.

El amor por el cultivo y el cuidado de las plantas puede ser uno de aquellos amores eternos, indiscutibles y practicados en todas las culturas y en todos los tiempos. Todos hemos notado los innegables beneficios que nos trae el contacto directo con la tierra, con la naturaleza, y todo el bienestar que es capaz de generarnos a niveles muy distintos y profundos. Os animamos a que descubráis por vosotros mismos estos y otros beneficios de tener un huerto en casa.