Leucemia: una lucha por la vida

Quizás sea una de las palabras más utilizada y que más asusta cuando se habla de salud y de su reverso, la enfermedad. Cáncer es el término y se emplea para un grupo de enfermedades que tienen un denominador común: la transformación de la célula normal en otra que se comporta de forma muy peligrosa para el cuerpo humano.

Saber sobre leucemia  

La leucemia es una enfermedad de la sangre que suele originarse en la médula ósea, donde se forman las células sanguíneas, y consiste, generalmente, en la proliferación excesiva de glóbulos blancos, aunque también existen leucemias que afectan a los glóbulos rojos o a las plaquetas. Las células malignas se suelen acumular en la médula impidiendo la producción de las células normales. La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra en el interior de algunos de los huesos del cuerpo como las crestas ilíacas (hueso de la cadera), el esternón o los huesos del cráneo.

En España, según la OMS (Organización Mundial de la Salud) son más de 5.000 personas al año, incluyendo niños y adolescentes, quienes padecen esta enfermedad en la sangre y médula ósea.

En la mayor parte de los casos de leucemia, no se puede establecer una causa identificable. Sin embargo, está demostrado que no es un padecimiento hereditario o contagioso. Existen factores de riesgo, como tener un sistema inmune debilitado, que predispone a desarrollar esta enfermedad. También el contacto con determinados agentes tóxicos, ya sean ambientales, profesionales o asociados a hábitos como el tabaquismo, aumentan el riesgo de leucemia.

El cáncer de la sangre, según su evolución, se divide en leucemias agudas y crónicas:

  • La leucemia aguda se caracteriza por el rápido desarrollo de la enfermedad.
  • La leucemia crónica el paciente tarda meses o años en presentar síntomas graves.

 

Cada caso es particular pero, normalmente, la leucemia suele cursar con los siguientes síntomas:

  • Cansancio, decaimiento, fiebre, sudores nocturnos, pérdida de peso, propensión a infecciones, pérdida de apetito.

Las alteraciones analíticas y los síntomas descritos por el paciente orientan la sospecha de leucemia. La confirmación del diagnóstico se consigue con una biopsia de la médula ósea. Esta prueba consiste en la toma de una muestra de médula ósea del hueso de la cadera o el esternón bajo anestesia local. Mediante el uso de técnicas de imagen, como radiografías o ultrasonidos, el médico puede rastrear los ganglios linfáticos invadidos por el cáncer.

El cáncer de la sangre se trata principalmente por medio de quimioterapia y el trasplante de médula ósea.

La quimioterapia es el tratamiento de primera opción para muchos tipos de cáncer y casi siempre se usa como tratamiento sistémico. Esto significa que los medicamentos viajan a través de todo el cuerpo  para llegar hasta las células del cáncer, adondequiera que se hayan propagado.

El objetivo del tratamiento de la leucemia es destruir las células cancerosas, para que las células normales puedan volver a crecer en la médula ósea, y evitar una recaída. Las pautas de la quimioterapia varían dependiendo del tipo de leucemia, de modo que debe individualizarse para cada paciente.

Existen 3 clases de trasplante de médula ósea:

Autotrasplante de médula ósea. El término auto significa «propio». Las células madre se cogen del   mismo paciente antes de recibir tratamiento de radioterapia o quimioterapia con dosis altas y se almacenan en un congelador. Después de realizar la quimioterapia con dosis altas, las células madre se colocan de nuevo en el cuerpo para hacer células sanguíneas normales.

Alotrasplante de médula ósea. El término alo significa «ajeno». Las células madre se extraen de otra persona que se llama donante. La mayoría de las veces, el donante debe ser al menos parcialmente compatible en términos genéticos. Se hacen exámenes de sangre para determinar si un donante es compatible con el enfermo.

Trasplante de sangre del cordón umbilical: Este es un tipo de alotrasplante. Las células madre se toman del cordón umbilical de un bebé recién nacido inmediatamente después del parto. Dichas células se congelan y se guardan hasta que se necesiten para un trasplante.

Ejemplo de lucha

Pablo Ráez, malagueño de 20 años que se convirtió en las redes sociales en el símbolo de la lucha contra la leucemia. Aunque este joven no pudo vencer la enfermedad  el éxito de los enfermos que han sido trasplantados es casi de un 80% según estudios realizados por la OMS en años anteriores. Además, Pablo dejó este mensaje: «Demos más sonrisas, demos más abrazos, demos más paz, demos la mejor versión de nosotros mismos.”

Fuente: http://www.dmedicina.com/enfermedades/cancer/leucemia.html