La comida es el combustible que necesita nuestro cuerpo para funcionar correctamente, por ello debemos darle lo que precisa en su justa medida. En este artículo te cuento cómo mantener una alimentación adecuada especialmente para las personas mayores.
Como cada año, el 28 de mayo se celebra el Día Nacional de la Nutrición, con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la importancia de mantener una dieta saludable y equilibrada para prevenir enfermedades y promover un estilo de vida saludable. Este año se presenta bajo el lema “Alimentación sostenible es vida”.
Una alimentación o dieta saludable es aquella que hace posible el mantenimiento de un óptimo estado de salud, a la vez que permite la realización de las distintas actividades físicas y cognitivas cada día. Esta dieta debe incluir vegetales y frutas, también debe contar con productos de los tres grupos alimenticios: carbohidratos, grasas y proteínas, para poder obtener los nutrientes necesarios. Además, de acuerdo con los expertos, una dieta saludable nos ayuda a protegernos de las enfermedades como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.
El envejecimiento es un proceso natural que tiene efectos en todos los aspectos de nuestra vida. De por sí no es algo negativo, simplemente debemos aprender a conocer las señales de nuestro cuerpo y entender la alimentación como una herramienta para poder seguir viviendo de forma plena y saludable. Por ejemplo, una de las características propias de la edad es que aparecen dificultades para la masticación y la deglución por el desgaste o la pérdida de piezas dentales.
En Gerosol queremos ofrecerte algunas recomendaciones sobre la alimentación saludable y equilibrada que deben llevar las personas mayores, consejos que nuestros cuidadores de asistencia a domicilio conocen así que consideramos que nuestro amplio servicio en el hogar te será de ayuda.
Para las personas mayores es importante hacer todas las comidas, en especial el desayuno. Comer cinco veces al día garantiza contar con el aporte energético suficiente para mantenerse activo durante el día. Se debe hacer un almuerzo a media mañana y consumir la mayor parte de los nutrientes en la comida. La cena debe ser sustancial pero con alimentos ligeros para evitar problemas de insomnio.
Es importante que se consuman todos los alimentos de la pirámide nutricional en las porciones adecuadas. Para las personas de la tercera edad se recomienda consumir seis porciones de pan y cereales, tres porciones de vegetales, dos de frutas, de leche y sus derivados, así como de proteína. En el caso de las grasas se debe consumir con moderación.
Procuremos ofrecer más pescado que carne. Conviene utilizar aceite de oliva para aliñar o cocinar y moderar el consumo de azúcar y dulces. Evitemos las carnes grasas, embutidos, mantequilla, margarina, bollería, snacks o aperitivos. Es importante no abusar de la sal y los condimentos o especias. Y limitar el consumo de alcohol a una copa pequeña de vino en la comida o en la cena, siempre que no esté contraindicado.
Si es la persona mayor es quien cocina y compra los alimentos o si esta tarea las lleva a cabo el cuidador o cuidadora a domicilio, se debe evitar comprar alimentos precocinados. Lo más recomendable es preparar las comidas al horno, al vapor o a la plancha.
Siempre que sea posible comamos acompañados de los seres queridos, compartir la comida contribuye a nuestro bienestar.
Insistimos en que no es lo mismo comer que alimentarse. Comer bien es sinónimo de tener los nutrientes que necesita nuestro cuerpo.