Profesionales llenos de cualidades a descubrir
Como cada año, el 5 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Personas Cuidadoras. En esta fecha se quiere sensibilizar, concienciar y llamar la atención sobre la labor, muchas veces silenciosa, que realizan millones de personas día a día cuidando a otras personas que nos encontramos en situación de dependencia, ya sea de manera transitoria o definitiva, para satisfacer nuestras necesidades básicas y contribuir a la mejora de nuestra calidad de vida. Un merecido reconocimiento a quienes dedican su trabajo y esfuerzo al cuidado de personas mayores o en situación de dependencia
A pesar de ser una profesión feminizada, tímidamente, esta tendencia parece ir cambiando y los hombres también reivindican su papel como cuidadores. Sin embargo, el 89% de los cuidados recae en manos de mujeres.
Indudablemente, delegar las tareas que implica cuidar a un tercero ajeno a la familia, no es fácil. Dejas en manos de otra persona el cuidado de un ser querido; depositas la confianza y la intimidad. Ante todo, quieres estar seguro de que la persona mayor o dependiente estemos en buenas manos, pero sabes, al igual que yo, que para cuidar no vale cualquiera. Por ello, viviendo en primera persona esta situación desde la perspectiva de persona dependiente, me parece importante conocer o recordar algunas cualidades indispensables de una buena persona cuidadora.
- Profesionalidad: debe ser una persona que haya recibido formación para atender a personas dependientes; no vale todo, especialmente si la persona a la que debe cuidar es gran dependiente para el que se necesitan habilidades específicas para movilizar, atender, etc.
- Vocacional: le debe gustar su trabajo, cuidar a los demás. No nos engañemos, habrá momentos difíciles, con sentimientos y sensaciones difíciles de hacer frente, pero un cuidador vocacional los superará y sabrá cómo responder. El cuidador vocacional es cariñoso y tiene paciencia, aunque a veces se enfrente a situaciones complicadas.
- Experiencia y referencias: es importante que conozcamos el pasado profesional de la persona que atenderá a la persona dependiente y si otras personas le recomendarían.
- Empatía: debe conocer las costumbres de la familia y de la persona cuidada y respetarlas.
- Comunicación: con capacidad de escucha para entender las necesidades de las personas dependientes y de las familias; asimismo debe poder expresar de forma clara las incidencias detectadas durante las horas en las que trabaja.
Entre las tareas que habitualmente desempeñan los cuidadores, podemos encontrar las siguientes:
- Movilización de la persona.
- Acompañamiento diurno o nocturno.
- Ayudar en la preparación e ingesta de las comidas.
- Apoyo en la higiene personal (peinarse, bañarse, cambio de pañal, etc.).
- Supervisar la toma de los medicamentos.
- Acudir a visitas médicas y de ocio.
Todas estas tareas y otras que puedas necesitar podemos ofrecértelas desde Gerosol, una empresa dedicada desde hace más de 20 años a proporcionar servicios sociosanitarios a domicilio en Madrid. Además, contamos con auxiliares que conocen su trabajo y tienen las 5 cualidades imprescindibles que debe tener un cuidador para que estés seguro.
Desde Gerosol queremos felicitar a todas aquellas personas cuidadoras y poner de manifiesto que ellas también necesitan ser cuidadas
Pienso que el arte de cuidar no puede ser sustituido por máquinas u otras tecnologías. Cuidar es dedicación, esmero, entrega de tiempo y de afecto hacia la persona que lo necesita. Cuidar a quienes nos cuidan es responsabilidad de todos, por eso es necesario seguir fortaleciendo la red asistencial, de apoyo y reafirmar el compromiso con estrategias a favor de los derechos de las personas cuidadoras.