31 de agosto: la solidaridad puede estar a tu alcance

Vivimos en un mundo en el que las diferencias sociales están cada vez más marcadas y no permiten el avance ni el progreso. Solo a través de la cooperación que manifiesten las distintas naciones, así como mediante la solidaridad que demuestren los miembros de la sociedad hacia los más necesitados, se podrán equilibrar estas desigualdades. Es por ello que cada 31 de agosto tiene relevancia que recordemos uno de los valores más importantes de la vida: la solidaridad.

Solidaridad también de las instituciones

Para poder encontrar el origen de la fecha que nos ocupa hay que remontarse en el tiempo hasta el 15 de noviembre del año 2000. Y es que fue en ese momento cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) decretó el día 31 de agosto como el Día Internacional de la Solidaridad. También fue el 31 de agosto de 1980 cuando se puso en marcha el movimiento Solidarność., fundado por el líder polaco Lech Walesa (1943), ganador del Premio Nobel de la Paz en 1983 y presidente de Polonia entre 1990 y 1995.

Somos conscientes de que la pobreza, el hambre, la indigencia o la falta de oportunidades son, entre otras necesidades, problemas sociales que azotan el planeta, algo que puede arraigarse sin la solidaridad de cada uno de nosotros.

 

 

 

 

 

 

Por ello, con la celebración de esta fecha, no solo se pretende inculcar el citado valor en todos los ciudadanos de la sociedad, sino también lograr que las distintas autoridades internacionales lleven a cabo acciones en pro de satisfacer las necesidades sociales y la convivencia mundial.

Sin embargo, si pensamos a gran escala, parece muy difícil encontrar la manera de contribuir al fomento de la solidaridad, pero se trata de pensar lo que cada uno puede hacer en su entorno y con las personas más cercanas. Y es esto precisamente lo que se puede incorporar a nuestro día a día.

Participación activa y/o económica

De hecho, existen muchas posibilidades para ser solidario, como ser voluntario, hacer una donación, ser socio de una ONG y crear o apoyar iniciativas solidarias.

Los voluntarios realizan una labor que va más allá de lo imaginable. En el caso de las personas mayores, mitigan su soledad al compartir con ellas momentos únicos en los que no solo son un gran apoyo, sino que además forjan una amistad. Ellos son, en ocasiones, el único apoyo que tienen.

A continuación, os mostramos varios proyectos/programas solidarios, dirigidos a nuestros mayores y que están disponibles de manera permanente en la Comunidad de Madrid:

  • Apoyo en el domicilio por parte del voluntariado a personas mayores que sufren deterioro cognitivo leve, en la realización de las tareas que son marcadas por el equipo profesional del Centro de Prevención al Deterioro Cognitivo.
  • “Hoy comemos juntos”: este proyecto se desarrolla con voluntarios/as que comparten la comida un día a la semana con personas de avanzada edad, beneficiarias del servicio de comida a domicilio, con el objetivo de evitar el progresivo aislamiento de las personas mayores de 85 años en la ciudad de Madrid, que viven solas.
  • “Los Mayores también cuentan” es un proyecto solidario en el que personas voluntarias con especial interés en la narración de historias forman grupos para narrar cuentos y leyendas a diferentes colectivos y en diversas entidades sociales.

Nos gustaría terminar este artículo señalando que, a pesar de lo que pueda pensarse, todo pequeño acto que hagamos ayuda. Todo lo que podamos comprometernos con los demás ayudará a mejorar la vida de alguien, a aumentar su autoestima y sus posibilidades de tener una vida plena. Esta es la idea que perseguimos en Gerosol y por la que luchamos, intentando hacer un poco mejor nuestro mundo a las personas mayores.

Además, hay que tener en cuenta que nuestro poder personal puede influir en el mundo a través de nuestras acciones. Por cierto, ¿ya sabes cómo vas a celebrar el Día Internacional de la Solidaridad?