Afirmaría que las personas mayores se desenvuelven en cuatro coordenadas amorosas, aportando cada una de ellas regocijo, satisfacción y motivación, para vivir plenamente día a día. Entendiéndose el amor en varias dimensiones: amor a Dios, amor a los hijos-nietos, amor de pareja-esposos y amor a amigos.
El amor a Dios o a un ser supremo celestial, algunos estudios han demostrado que las personas mayores que utilizan los mecanismos espirituales para afrontar los problemas tienen menos probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad que las que no lo hacen. La espiritualidad está referida a lo intangible e inmaterial, puede representar a sentimientos, pensamientos, experiencias y comportamientos relacionados con el alma o con la búsqueda de lo sagrado.
La espiritualidad ha sido siempre una guía positiva en las personas que lo practican, ya que esta es una dimensión fundamental para el ser humano, representando en el adulto mayor, un medio para hacer frente a las angustias y dificultades, de acuerdo a sus prácticas y creencias.
Se puede decir, que el adulto mayor en la búsqueda de su paz interior e inclinación para encontrar significado en la vida, se interrelaciona con algo mayor, que trasciende el yo y lo fortalece. Demostrando en un estudio con adultos mayores, cómo la integración entre la fortaleza y el bienestar espiritual influyen de manera notoria en su salud, permitiendo adoptar un sentido de coherencia que como recurso general de existencia favorece su salud.
El amor a los hijos, los padres ven a sus hijos como una prioridad y les entregan lo mejor de sí, pues su objetivo es que ellos estén rodeados del mejor bienestar posible, brindándoles un acompañamiento incondicional y sincero. Siempre están dispuestos a demostrarles que estarán junto a ellos en las buenas y en las malas, motivándoles y transmitiendo las mejores enseñanzas. Pues, todo lo que quiere un padre o madre es que sus hijos se puedan desenvolver bien en el día a día y alcancen cada uno de sus anhelos. Los hijos son las personas más valiosas y que más aman.
De esta manera la mayoría de los padres quieren seguir manteniendo este vínculo estrecho con los hijos adultos, se desviven por encontrar tiempo e inventar actividades. Pero llega un momento de la vida donde ya es hora, como padre o madre, de “renunciar a ese trabajo”, así que alimenta tus propios sueños a la vez que cultivas una estrecha amistad con ellos.
El amor de pareja-esposos, las personas mayores en presencia de vínculos emocionales con una pareja constituye un factor que contribuye a una adaptación óptima, no son algo fuera de lo común, este tipo de vínculo lo disfrutan y genera una mejor salud física y mental. Sobre todo, disponen de un elemento fundamental de apoyo instrumental y emocional, lo que a su vez se relaciona con unos mayores niveles de bienestar psicológico.
¿Qué se considera como vínculo? El vínculo se puede definir según Urizar (2012) en términos generales como un lazo afectivo que surge entre dos personas que forma un marco de confianza que será de gran utilidad para la comunicación y desarrollo en un contexto.
Este vínculo considerado como enamoramiento en la tercera edad es capaz de estar presente hasta el último instante de nuestra vida. Existen investigaciones que concluyen, que más allá de los niveles cuantitativos de satisfacción marital, la relación de pareja se transforma cualitativamente a medida que pasa el tiempo. Los abrazos, los besos y las caricias, así como el saberse querido ofrecen una nueva dimensión a las personas en esa etapa, tanto si hablamos de una pareja con largos años de convivencia como si se trata de una nueva e ilusionante relación.
Si hablamos de sus beneficios, el amor de pareja-esposos en las personas mayores es muy positivo, en lo siguiente:
- Compañía: el tener a una persona a tu lado es una de las cosas que más valoras cuando se es mayor.
- Ilusión: la ilusión de estar enamorado es algo que nunca se pierde, ver cada día iluminado y bendecido, razón para seguir adelante un día más.
- Socializar: salir a conversar, al cine, al parque, entre parejas contemporáneas.
- Trabajar la memoria: uno de los trastornos más frecuentes en las personas mayores es la demencia. Sin embargo, es algo que se puede trabajar en parejas recordando momentos vividos.
Estos son algunos de los beneficios del amor en personas mayores que nunca es tarde para buscar o encontrar el amor, porque siempre hay una persona especial esperándote.
Es una forma de volver a tener ilusión por la vida, por ello, independiente de la edad o de cómo nos encontremos, no hay que cerrar esa puerta.
El amor a amigos, diversos estudios psicológicos demuestran que los amigos constituyen una importante fuente de apoyo social durante la etapa de la vejez, tanto por la elevada frecuencia en la que se hacen nuevos amigos, como por la intimidad que se llega a alcanzar con ellos.
Las relaciones de amistad han sido identificadas entre los vínculos centrales que conforman una red socio-afectiva en esta etapa de la vida. Convivir armónicamente con un grupo de amigos y vivir experiencias placenteras, como hacer actividades juntos, compartir vivencias, escuchar, aconsejar, etc., hace que el cerebro segregue endorfinas (“las hormonas de la felicidad”), proporcionándonos una sensación de alegría muy agradable.
Se puede decir, que el mantener relaciones de amistad con personas de la misma edad genera apoyo emocional, satisfacción, consejo y/o guía cognitiva y en menor medida apoyo práctico y económico
Esta capacidad para dar y recibir amor en sus cuatro coordenadas en el Adulto Mayor, siempre es un estímulo para vivir con más intensidad y ser más feliz.