La enfermedad de Crohn se trata de una patología poco conocida entre la población, y quizás éste pueda ser tu caso, y te tengas que enfrentar a este diagnóstico. Para muchas personas, recibir la noticia de que padecen una enfermedad crónica puede ser un golpe en sus vidas y causar mucho estrés. El propósito de este artículo es explicarte paso a paso los puntos claves de la Enfermedad de Crohn. No te vas a convertir en un experto de la noche a la mañana, pero aprenderás más a medida que pase el tiempo. Cuanto más informado estés, podrás manejar tu enfermedad mucho mejor.
Una enfermedad muy personal
Crohn es el apellido del médico que describió la enfermedad por primera vez en 1932 y quien, como dato anecdótico, no la padeció.
La Enfermedad de Crohn es una patología crónica que se engloba dentro del grupo de Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII), entre las que también se encuentra la colitis ulcerosa. Estas enfermedades se caracterizan principalmente por una inflamación del aparato digestivo en diferentes zonas.
En concreto, la Enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier zona del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano. Sin embargo, es más frecuente que afecte tanto a la parte final del intestino delgado (íleon) como a la inicial del intestino grueso o colon.
Se trata de una patología presente principalmente en los países desarrollados. Aunque la pueden padecer personas de cualquier edad, afecta mayoritariamente a pacientes adultos y jóvenes de entre 16 y 40 años, sin diferencias entre sexos. En la actualidad, existen de 10 a 200 casos por 100.000 habitantes, y su número aumenta cada vez más en Europa, aunque en España la prevalencia se sitúa entre 6 y 9 casos nuevos por cada 100.000 habitantes/año.
Debido a que esta enfermedad puede afectar cualquier parte del intestino, la sintomatología puede ser muy distinta entre un paciente y otro. Los síntomas comunes incluyen cólicos, dolor abdominal, diarrea, fiebre, pérdida de peso e hinchazón. No todos los pacientes presentan todos estos síntomas, y algunos no tienen ninguno de ellos. Otros síntomas pueden incluir dolor anal o secreción, lesiones de la piel, abscesos rectales, fisuras y dolor de articulaciones (artritis).
Iniciativa para facilitar el día a día
Aunque esta enfermedad sea crónica, las personas que la padecen experimentan los síntomas de manera intermitente. Intercalando períodos de brote (fase activa) con etapas en las que los síntomas están en remisión (fase inactiva). Una de las consecuencias de esta enfermedad es que puedes ir al servicio hasta 15 veces al día.
Dada esta situación nace ¡No puedo esperar! un proyecto de la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACCU Catalunya), desarrollado junto a la Unidad de Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) del Hospital Universitari de Girona Doctor Josep Trueta, que consiste en la emisión de unas tarjetas personales que dan acceso prioritario a su portador a los baños públicos de establecimientos y equipamientos asociados.
Los establecimientos adheridos están identificados con una pegatina que acredita su participación en el proyecto, de manera que los pacientes portadores de una tarjeta que busquen un baño puedan encontrarlo rápidamente.
Por ahora el proyecto ¡No puedo esperar! sólo funciona en Cataluña, pero está en constante evolución y su radio de acción no para de ampliarse. Fuera de España podemos encontrar iniciativas similares en países como Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Francia o Bélgica, y sin duda veremos más en el futuro.
No se conoce con certeza la causa de la enfermedad de Crohn, pero muchos investigadores creen que una disfunción del sistema inmunitario origina una hiperreacción del intestino frente a agentes ambientales, de la dieta o infecciosos, aunque ciertas personas pueden tener una predisposición hereditaria a presentar esta disfunción del sistema inmunitario. El tabaquismo parece contribuir tanto al desarrollo de la enfermedad de Crohn como a sus brotes o crisis.
El diagnóstico de la enfermedad de Crohn se realiza con la sospecha clínica y hallazgos radiológicos, endoscópicos e histológicos (biopsia) compatibles.
Su tratamiento consiste en realizar reposo, administración de fármacos y corticoides y en una dieta adecuada de fácil digestión, baja en fibras y grasas y alta en proteínas. Muchas veces suele complementarse con algún suplemento de vitaminas y minerales si el paciente presenta carencia de algún micronutriente. Si la enfermedad está muy avanzada o con complicaciones se recurre a la cirugía para extirpar los segmentos intestinales afectados.
En Gerosol prestamos los servicios que puedes necesitar porque queremos cuidarte. Una vez sabido todo esto, recuerda que, si padeces la enfermedad con la ayuda y soporte adecuado, podrás llevar una vida normalizada: podrás aliviar los síntomas y mitigar el dolor que causa esta enfermedad. No escondas tus temores a tu familia, amigos y colegas. Habla con ellos y deja que te ayuden y apoyen.
