Quién no les hemos explicado a nuestros padres cómo se guarda un número de teléfono en la agenda de su móvil, o después de una comida familiar no han aprovechado para que les resintonicemos la televisión porque no se aclaran con los nuevos canales. Estos ejemplos son una representación de la brecha digital en mayores y cómo este grupo de la población ha tenido que adaptarse a la digitalización sin mucha opción a decidir. Por tanto, pienso que tenemos un compromiso social: facilitarles la adquisición de las habilidades necesarias para hacer un uso correcto de internet y acceder a los servicios por vía digital.
El INE afirma que más del 28,6% de las personas mayores de 65 años no utiliza Internet, lo que supone un verdadero reto en una sociedad cada vez más digitalizada. Además, las personas entre 65 y 74 años que utilizan Internet tiene habilidades digitales bajas.
Entendemos la brecha digital en personas mayores como la dificultad de acceso, uso de la tecnología y los servicios digitales entre este grupo de la población, sobre todo si lo comparamos con otros segmentos más jóvenes. Esta brecha digital se basa principalmente en la educación, la cultura y por su puesto en la formación de las personas mayores en este ámbito.
Hay que informar y sensibilizar a las personas mayores de que internet es la ventana que nos puede hacer la vida más fácil y accesible, eliminando barreras sociales y el aislamiento. Las personas mayores deben comprender que estas herramientas son útiles para estar conectados con sus seres queridos y con la sociedad y que, por su puesto, favorecen su calidad de vida.
En efecto, cada persona mayor tiene derecho a que se le facilite una experiencia digital sencilla, útil y que mejore su día a día sea cual sea su momento vital. La clave está en facilitar un programa de aprendizaje digital ajustado a lo que la persona necesita, con el acompañamiento y ritmo adecuados a su edad.
Gracias a la formación en el uso de dispositivos, competencias y herramientas digitales, las personas mayores pueden mejorar su calidad de vida, desde la salud, compromiso cívico, bienestar o incluso felicidad. Por ello, a continuación, te facilito algunos enlaces sobre formaciones gratuitas relacionadas con las competencias digitales para personas mayores, impartidas por el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid respectivamente.
https://www.comunidad.madrid/actividades/2023/funciona-internet-claves-navegar-forma-segura-1
https://www.comunidad.madrid/actividades/2023/funciona-internet-claves-navegar-forma-segura-0
Tener una tablet o un smartphone puede ser más o menos accesible en cierta población, pero hay que contar con el precio de acceso a Internet, datos, etc. que puede limitar el uso y el aprendizaje.
En Gerosol sabemos que los cuidadores pueden convertirse también en un soporte de ayuda y formación en nuevas tecnologías, pues permiten que los mayores puedan tener una mejor conectividad con sus familiares y amigos. De esta manera tendrán una mejor comunicación y relaciones sociales, evitando el aislamiento social.
Hago hincapié en que dedicarles el tiempo necesario en un espacio tranquilo y hacerles partícipes de lo que se va realizando, fomentará que pierdan esa tecnofobia que muchas veces es el primer responsable en la brecha digital. Reducir la brecha digital es reducir la exclusión social.