Como la misma palabra lo indica, el EDADISMO es un término conocido para referirse a la discriminación por razón de edad, que presenta a las personas mayores como desprovistas de valor para la sociedad, improductivas, frágiles e incapaces; esta categorización y división de las personas ocasionan daños, desventaja o injusticia, y menoscaban la solidaridad intergeneracional.
Según el informe de marzo 2021 de las Naciones Unidas sobre el EDADISMO, lo cataloga como un problema mundial, e indica que una (1) de cada dos (2) personas en el mundo tiene actitudes edadistas, lo que empobrece la salud física y mental de las personas mayores, además de reducir su calidad de vida, costando cada año miles de millones de dólares a la sociedad.
En los últimos dos años (2020 y 2021) se ha observado lo extendido que está el edadismo como respuesta para controlar la pandemia de COVID-19, estereotipando a las personas mayores. En algunos contextos, la edad se ha utilizado como único criterio en el acceso a la atención médica y a terapias que salvan vidas y en el ordenamiento de confinamientos.
“Ahora que los países trabajan en la recuperación y reconstrucción con motivo de la pandemia, no podemos permitir que estereotipos, prejuicios y actitudes discriminatorias basados en la edad reduzcan las oportunidades para garantizar la salud, el bienestar y la dignidad de las personas en todas partes», dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
NATURALEZA DEL EDADISMO
El edadismo se refiere a los estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos), hacia las personas en función de su edad. Puede ser institucional, interpersonal o autoinfligido.
El edadismo institucional se refiere a las leyes, reglas, normas sociales, políticas y prácticas de las instituciones que restringen injustamente las oportunidades y perjudican sistemáticamente a las personas en razón de su edad. El edadismo interpersonal surge en las interacciones entre dos o más personas, mientras que el edadismo autoinfligido se produce cuando se interioriza el edadismo y se vuelve contra uno mismo.
FACTORES QUE AUMENTAN EL RIESGO DE INCURRIR EN EDADISMO
Contra las personas mayores son
• Ser más joven
• Varón
• Ansioso ante la muerte
• Haber recibido una educación deficiente.
FACTORES QUE REDUCEN EL RIESGO DE INCURRIR EN EDADISMO,
Tanto contra los jóvenes como contra las personas mayores, son:
• Tener determinados rasgos de la personalidad
• Tener mayor contacto intergeneracional.
FACTORES QUE AUMENTAN EL RIESGO DE SER OBJETO DE EDADISMO
• Tener más edad
• Precisar del cuidado de otros
• Tener una menor esperanza de vida sana en el país
• Trabajar en determinadas profesiones o sectores ocupacionales, como los sectores de la alta tecnología o la hostelería.
• Ser mujer, es un factor de riesgo para ser objeto de edadismo contra las personas más jóvenes es ser mujer.
TRES ESTRATEGIAS PARA REDUCIR EL EDADISMO
Se ha demostrado la eficacia de tres estrategias para reducir el edadismo: la política y la legislación, las actividades educativas y las intervenciones de contacto intergeneracional.
Política y Legislación
Entre ellas cabe mencionar, por ejemplo, políticas y leyes que aborden la discriminación y la desigualdad por motivos de edad, y el derecho relativo a los derechos humanos. El fortalecimiento de las políticas y las leyes contra el edadismo puede lograrse mediante la adopción de nuevos instrumentos a nivel local, nacional o internacional, y la modificación de los instrumentos vigentes que permiten la discriminación por motivos de edad.
Intervenciones Educativas
Las intervenciones educativas para reducir el edadismo deben incluirse en todos los niveles y tipos de educación, desde la escuela primaria hasta la universidad, y en contextos educativos formales y no formales.
Intervenciones de Contacto Intergeneracional
Asimismo, habría que invertir en intervenciones de contacto intergeneracional que tengan por objeto fomentar la interacción entre personas de distintas generaciones y desde @GEROSOL, el que trabajadores y trabajadoras de todas las edades (a partir de los 18 años) puedan prestar estar atenciones y cuidados, ayuda a trabajar sobre esta brecha generando alianzas personales donde el factor edad, no sea discriminatorio y donde la forma de comunicarse con las personas atendidas, no sea nunca estereotipada o minusvalorada.
Fomentar este tipo de comunicación entre la persona cuidada y el cuidador, es fundamental para romper con el edadismo.
APORTAMOS CON NUESTRAS ATENCIONES Y CUIDADOS, UN MUNDO PARA TODAS LAS EDADES
#stopedadismo