¿Qué ocurre cuando nos hacemos mayores con nuestra autoestima?

La etapa del envejecimiento  es un proceso que por si no es de fácil asimilación y requiere todo un periodo de adaptación, y aunque que cada persona lo viven desde un estado vital distinto, la autoestima siempre queda algo resentida cuando uno echa la mira hacía tras. El estado en el que se encuentre la persona tanto a nivel personal (salud, nivel de autonomía, actividad física y mental…) como a nivel socio-familiar (perdida de un ser querido, disminución de la vida social…) son factores importantes que influirá en gran medida al nivel de  autoestima.

Así como las causas pueden ser muy diversas, como ya hemos dicho, también hay una gran variedad de acciones que podemos llevar a cabo en el día a día para potenciar la autoestima y bienestar de los mayores. Por ello tanto los familiares como los profesionales jugamos un papel importante en la persona mayor, pudiendo influir de forma positiva en la persona mayor, y en particular en potenciar y aumentar la autoestima, intervenido así a una mejor calidad de vida

Desde Gerosol Asistencia proponemos una serie de pautas que pueden llevarse a cabo en el propio domicilio, tanto por parte de los familiares como de los profesionales que intervienen en sus cuidados. Todas ellas están orientadas a fomentar su autonomía para que nuestros mayores sigan sintiéndose activos, útiles y continúen aportando elementos valiosos a su entorno.

  • Favorecer su autonomía personal: para ello, debemos identificar las tareas que todavía pueden realizar por sí mismos. Es importante animarles a que las continúen haciendo aunque tengan más limitaciones o tarden más tiempo en concluirlas. También se les pueden encargar tareas sencillas, o dividirlas en acciones consecutivas para facilitar su ejecución. No solo consiste en que realicen tareas físicas o mecánicas, sino que continúen formando parte y teniendo conocimiento de la organización de la casa, de las preocupaciones y alegrías familiares, etc.
  • Mantenerse activos: la rutina diaria es un hábito que debemos conservar. Es importante evitar el aislamiento social y el deterioro cognitivo tratando de que mantengan actividades en su día a día como ir a la compra, dar un paseo, conservar las relaciones sociales y familiares, leer, hacer pasatiempos…
  • Respetar su intimidad: podemos conseguirlo mediante actos tan sencillos como llamar a la puerta antes de entrar a su habitación o al baño cuando esté realizando su aseo personal, dejarle solo cuando lo pida, respetar su ritmo o escucharle relajadamente y con atención cuando comente algo… También es importante pedirles opinión sobre los aspectos que afecten a su propia vida para que puedan seguir manteniendo el control sobre la misma.

Para concluir, es importante señalar que se puede potenciar la autoestima de las personas mayores de muchas maneras, siempre actuando desde el cariño y el respeto. No debemos olvidar que son adultos con una vida propia, capaces de tomar decisiones y asumir responsabilidades. Por ello, nuestro deber como sociedad es velar porque puedan disfrutar de un envejecimiento activo y de un desarrollo pleno de su personalidad.