Cuando miras a la cara a otra persona, ¿qué es lo que ves? La respuesta puede ser obvia: dos ojos, nariz, boca…si bien esta pregunta puede no tener la mayor relevancia, hay personas que no podrían contestar lo mismo. Se estima que un 2% de la población mundial padece un problema de percepción denominada prosopagnosia. Si quieres conocer en qué consiste esta anomalía, sigue leyendo porque te lo contamos todo.
El término prosopagnosia deriva del griego prosopon que significa “cara” y agnosia que es la “ausencia de conocimiento” y coloquialmente se define como un problema para reconocer caras. El termino fue acuñado por el médico J. Bodamer en 1947, quien describió dos casos de esta singular alteración.
Habitualmente, cada vez que se mira un rostro, el cerebro ajusta ese rostro para que coincida su tamaño, punto de vista y orientación, con los ya almacenados en la memoria, similar a los sistemas de reconocimiento facial del ordenador.
Desconexión entre lo que ve y la parte de la memoria que lo identifica
Las personas afectadas por esta alteración, sufren una imposibilidad de reconocer rostros. Los ojos funcionan correctamente, pero el cerebro no procesa como debe la información; es capaz de interpretar los elementos que forman los rostros, pero no consigue crear la asociación con personas conocidas o personas vistas anteriormente e identificarlas. Se trata de un problema de interpretación cerebral, no un problema visual.
La capacidad de reconocer un rostro requiere dos formas de memoria: el recuerdo y la familiaridad. El recuerdo es la recuperación de información contextual al ver un rostro: un compañero de compras que te saluda en la tienda y tú lo reconoces como la persona que conociste en el trabajo hace unas semanas. La familiaridad, por otro lado, es una «sensación de saber», más borrosa y sin ninguna información contextual. Piensa en el compañero de compras que parece vagamente familiar, pero sin ninguno de los detalles relevantes que te dicen de qué le conoces.
La ceguera facial se puede padecer en distintos grados:
- Prosopagnosia asociativa: puede identificar algunos rasgos y características como sexo, raza o edad, pero no reconocen el rostro y son incapaces de asociar una cara a un familiar o persona conocida.
- Prosopagnosia aperceptiva: identifican por separado las diferentes partes de un rostro, pero no son capaces de entender que todas esas partes conforman una cara. Esto se debe a un fallo del análisis en su conjunto.
Una afección normalmente adquirida
De la prosopagnosia se sabe hasta el momento que suele afectar a personas que han sufrido algún tipo de lesión cerebral en ambos hemisferios de manera simétrica, aunque es más frecuente cuando la lesión se encuentra en la parte derecha. Este tipo de lesiones surge como consecuencia de derrames cerebrales, tumores, traumatismos, infecciones del sistema nervioso y enfermedades neurodegenerativas. La prosopagnosia también puede ser congénita, pero es algo muy inusual porque se trata de un trastorno muy raro que afecta a un porcentaje muy bajo de la población.
Este fenómeno puede manifestarse con mayor o menor intensidad dependiendo del paciente. Mientras que algunos tan solo tienen dificultades para reconocer las caras de personas poco conocidas, otros experimentan dificultades incluso para reconocerse en el espejo. Aun así, los expertos apuntan a que aquellos que padecen de este trastorno acaban desarrollando mecanismos para reconocer a las personas, por ejemplo, su voz, su manera de andar o alguna otra característica de su físico.
Como hemos mencionado anteriormente, al tratarse de un desajuste poco común, probablemente, no conozcas ningún caso. Pues bien, si en algún momento de tu vida el caprichoso destino hace que te cruces con Brad Pitt, que sepas que a la larga él no se acordará de ti. En el momento exacto en que os despidáis tras el fortuito encuentro, la mente del actor empezará a borrar los rasgos de tu cara conservando, en el mejor de los casos, los contornos de tu rostro. Y si algún día os volvéis a cruzar, te mirará a los ojos, sonreirá y no tendrá ni la menor idea de quién eres, puesto que padece esta enfermedad.
El entorno social y las relaciones familiares del paciente con prosopagnosia juegan un papel muy importante. Al respecto deberán conocer las características de este trastorno para comprenderlo y no generarle frustración. Para ello puede ser beneficiosa la terapia psicoeducativa. Además, los familiares serán ayuda indispensable para ayudarle en el reconocimiento de otras personas.
Cuando un ser querido recibe un diagnóstico, en Gerosol sabemos lo importante que es encontrar lo que buscas. Por ello contamos con la clave y disponemos de un equipo de profesionales que tienen la formación y el afecto necesario para atenderte como mereces.
Por todo esto, nos parece fundamental dar voz y apertura de conocimiento a la sociedad sobre aquellas afecciones que cambian la vida de las personas que las sufren y su entorno. Quizá a partir de este momento seamos más consciente de la importancia de poder reconocer el rostro de las personas cercanas. En definitiva, el funcionamiento del cerebro humano es auténtico misterio por descubrir.