Gracias a las manos sostenemos objetos, tocamos, sentimos, comemos, escribimos… Ellas son testigo de la edad, del estilo de vida y de casi todas las actividades cotidianas que realizamos. En definitiva, son una de las mejores herramientas que tenemos en nuestro cuerpo. Por eso, en este artículo, repasaré contigo por qué es importante su cuidado.
Los microorganismos están por todas partes. Residen en nuestro intestino, en nuestra piel y en casi todo lo que tocamos, pero no todos son perjudiciales. De hecho, necesitamos algunos para mantenernos sanos y a nuestro sistema inmunológico fuerte. Sin embargo, la mayoría de las infecciones se transmiten a través del contacto de las manos con distintas superficies u con otras personas.
En el año 1847 un médico, Ignaz Semmelweis, demostró que lavarse las manos salvaba la vida a las personas. En ese momento supuso una novedad, ya que hasta mediados del siglo XIX lavarse las manos no era una prioridad para nadie, ni siquiera para el personal sanitario. Había personas que se lavaban las manos, pero más por estética que por salud.
Actualmente, cada 5 de mayo se celebra el Día Mundial de la Higiene de Manos, que tiene como objetivo concienciar e informar sobre la importancia del aseo de manos en el cuidado de la salud y unir a las personas de todo el mundo para apoyar la mejora de su higiene.
Algunas de las enfermedades que se pueden evitar con el lavado de manos son la gripe, la neumonía, la bronquiolitis, el COVID-19, la diarrea, la gastritis… y así hasta 200 enfermedades.
Cuando las manos están sucias deben lavarse con agua y jabón, ya que el jabón facilita la eliminación de la suciedad. En cambio, cuando las manos están contaminadas, pero no hay suciedad visible la elección es la desinfección mediante preparados de base alcohólica, ya que los antisépticos eliminan un mayor número de microorganismos.
Después de todo lo vivido en la pandemia, y el énfasis que se hizo en la higiene de las manos, y por muy evidente que parezca, me gustaría ayudarte a recordar cómo hay que lavarse las manos de forma correcta para evitar contagiar y contagiarnos de algunas de las enfermedades comentadas anteriormente.
Para tener tus manos limpias, recomiendo usar agua tibia y jabón, preferiblemente líquido. Debes lavar a fondo toda la superficie de las manos incluyendo muñecas, palmas, dorso, dedos, así como cepillar bien debajo de las uñas. Igualmente, te aconsejo frotar las manos enjabonadas durante al menos 15 segundos, enjuagar bien y secar utilizando un papel desechable o una toalla de tela (solo en el hogar).
Conocer los momentos en que debemos lavarnos las manos es también una cuestión fundamental. Es necesario lavarse antes y después de comer o cocinar, así como después de ir al baño o manipular pañales sucios, y cuando toquemos animales o después de tocar basura. Tampoco podemos olvidar hacerlo antes y después de curar una herida, así como antes y después de cuidar a una persona enferma.
En Gerosol damos prioridad a la higiene de las manos en la asistencia a domicilio, por eso el personal que trabajamos en los hogares creemos en la importancia de la higiene de las manos como componente esencial para la prevención de infecciones y para cuidar la vida de las personas en situación de dependencia que atendemos a diario.
Hemos visto que la correcta higiene de las manos es una medida sencilla, eficaz y barata que nos lleva segundos, un tiempo muy pequeño que da salud a ti, a mí y a todos.