La utilización de la música como terapia se remonta hasta la prehistoria, con los rituales mágicos, religiosos y de curación. Hoy en día queda científicamente demostrado que nuestros antepasados no andaban nada desencaminados.
El campo de la musicoterapia debutó formalmente en 1950; sin embargo, recientemente le han prestado atención hospitales, residencias para personas mayores o centros de día para adultos.
Según La Federación Mundial de Musicoterapia, entendemos por esta práctica “el uso de la música y/o sus elementos realizado por un musicoterapeuta cualificado con un paciente o grupo […] tiene como fin desarrollar potencialidades y/o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra y/o interpersonal, y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento” (Hamburgo, 1996, Comité de Práctica Clínica de la World Federation of Music Therapy).
“La capacidad de procesar el sonido, la voz y la música es de lo primero que desarrollamos al nacer y de lo último que perdemos al morir.”
BENEFICIOS DE LA MÚSICA
La música puede ayudar a reducir la ansiedad o el estrés y, por lo tanto, evita enfermedades cardiovasculares. Según una investigación publicada en el Journal of Positive Psycology, escuchar música puede mejorar nuestra felicidad, en concreto si se combina con la intención de ser feliz. También nos ayuda a hacer ejercicio y consumir oxígeno de forma más eficiente mientras lo practicamos. Mejorará nuestras habilidades visuales y verbales.
Al contrario de lo que se pueda pensar, la música triste provoca una mezcla de emociones, algunas positivas y otras negativas: “Los resultados revelaron que la música triste fue percibida como más trágica, mientras que las experiencias de los participantes que escuchaban la música triste era de sentimientos románticos y alegres. Por tanto, los participantes perciben emociones ambivalentes cuando escuchan la música triste.”
Puede mejorar la memoria y retrasar el envejecimiento cerebral ya que fomenta la liberación de dopamina en el cerebro, la cual está ligada a la motivación y esta está implicada en el aprendizaje y en la memoria. Además puede cambiar nuestra visión de los que nos rodean. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Londres, escuchar música durante 15 segundos puede cambiar la forma en que se juzga la cara de otras personas, según la melodía sea esta alegre o triste.
Por si fuera poco, ayuda a recuperar parte de la visión en personas que han sufrido derrames cerebrales, así como reducir el dolor percibido, especialmente en cuidados geriátricos, intensivos o paliativos debido a su impacto en los niveles de dopamina. Escuchar música a ciertas horas también promueve la calidad del sueño.
La música presenta también grandes beneficios como herramienta de apoyo académico igualando resultados a los del apoyo individual.
ALGUNAS INVESTIGACIONES Y PROYECTOS AL RESPECTO
a/ Diversos estudios han querido comprobar si realmente la música genera beneficios en personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer, una de las más comunes hoy en día.
Una investigación llevada a cabo en EEUU que trabajó tanto con voluntarios afectados por dicha patología y como por voluntarios sanos, descubrió que quienes sufrían esta enfermedad memorizaban mejor cuando la música estaba presente, al contrario que los voluntarios sanos, a quienes no les afectaba positiva o negativamente este factor.
“Nuestros resultados confirman la hipótesis de que los pacientes con la enfermedad de Alzheimer lograr una mejor memoria cuando las letras son acompañadas por música. Sin embargo, al revés de lo que creíamos, los adultos sanos no reciben este beneficio de las canciones”.
(Música para «Despertar» es un proyecto español sin ánimo de lucro que ha conseguido
dar la vuelta al mundo, llegando a millones de personas en diferentes países)
b/ Ted Butlins McDermott se dedicó a cantar por todo Reino Unido tras servir como soldado en el ejército inglés, hasta que comenzó a trabajar en una fábrica y formó una familia. En 2013 fue diagnosticado de Alzheimer y, a pesar del rápido avance de la enfermedad, Ted conserva la capacidad para recordar las canciones que cantaba antaño. Su hijo, quien se dio cuenta de lo que seguía significando la música para su padre, decidió iniciar un proyecto que consistía en grabar el mayor número de videos posibles cantando con su padre en formato “carpool karaoke” y destinar el dinero recaudado a la Alzheimer´s Society:
Por último, destacamos la película «Alive Inside: A Story of Music and Memory«, largometraje que narra la lucha de Dan Cohen, fundador de la asociación Música y Memoria, para instaurar y promover los beneficios de la música en los hogares de ancianos estadounidenses en pacientes con demencia y Alzheimer.
(“Alive Inside: A Story of Music and Memory” («Vivo por dentro: una historia
de la música y la memoria»), el primer largometraje de Michael Rossato-Bennett)
Puede que la música no sea el remedio definitivo para enfermedades tan graves como el Alzheimer, pero sí representa una vía de escape, mejora y conexión con ese “yo” a veces olvidado de forma cruel, que devuelva a las personas afectadas a ese hilo de conexión con la felicidad.
“Aunque perdiéramos la capacidad de hablar, incluso en esos casos, ciertas habilidades musicales permanecerían intactas”
Fuentes
http://www.musicaparadespertar.com/
http://mundoasistencial.com/la-musica-podria-mejorar-la-memoria-de-las-personas-con-alzheimer/
http://www.lamusicoterapia.com/musicoterapia-y-alzheimer/
http://www.elcomercio.com/tendencias/salud/documental-revela-terapeutico-de-musica.html