Auxiliares de enfermería y geriatría con gran corazón

Que el colectivo de la tercera edad necesite en su día a día una asistencia preventiva y terapéutica que le ayude a mantener su calidad de vida, puede resultar obvio. Pero más aún, si se cumplen las expectativas de la Organización de las Naciones Unidas, España será en 2050 el país más viejo del mundo: un 40% de su población superará los 60 años. Si tenemos en cuenta que este envejecimiento será progresivo, podemos ser conscientes de las posibilidades que brindará ser especialista en el cuidado de personas mayores.

Un trabajo de cercanía, respeto y cariño

Los auxiliares de enfermería y geriatría son profesionales fundamentales y no siempre se les da la importancia que tienen ni se les nombra con la misma consideración que al resto de compañeros/as del sector. Para que se les conozca más, queremos acercar un poco esta imprescindible figura a nuestros lectores.

Su trabajo se coordina con el resto de profesionales: médicos, enfermeros, terapeutas, trabajadores sociales, etc. En el día a día, sus principales funciones se focalizan en ayudar a las personas que lo necesiten a lavarse o a bañarse, a vestirse, a comer, a tomar la medicación, a ir al baño y a desplazarse; en tareas sanitarias como aplicar cremas o cambiar apósitos; y por supuesto, en conocer el estado de ánimo de estas personas, atendiendo a cambios de humor o de salud, por si pudiesen ser síntomas de malestar o deterioro, velando así por su seguridad.

En este artículo queremos destacar la importancia de humanizar la asistencia a domicilio de estos profesionales. En Gerosol, creemos que nunca debemos dejar de aprender, crecer y mejorar en la vida, independientemente de a qué nos dediquemos. Eso es algo que redundará en nuestro bienestar y en el de las personas con las que nos relacionamos. Si además se es personal socio sanitario, y en concreto auxiliar de enfermería y geriatría, ese desarrollo cobra especial importancia.

Por tanto, es primordial considerar a la persona. En ocasiones se queda “detrás” de la enfermedad. En demasiadas circunstancias la enfermedad, la demencia o la patología, ocupan tanto sitio y requieren tanta atención que nos podemos olvidar de Pedro, Ana, Laura…la persona. Y él o ella siguen ahí, aunque a veces sea muy difícil “verlos”.

 

 

 

 

 

 

Ponerle la música que le gustaba, leerle su libro preferido, facilitarle contextos que le sean familiares. No dejar de proporcionar un abrazo, caricia, sonrisa, un tono de voz amable. Considerar su personalidad y gustos son acciones de cuidado, que en ocasiones no se tienen en cuenta y son fundamentales. Al fin y al cabo, se necesita usar “trucos” para facilitar aquellos cuidados menos deseados por la persona durante los momentos de la higiene, de la alimentación o de la toma de un medicamento. Se trata de acciones que nunca serán iguales con una persona u otra y es esencial no olvidar que son, todos ellos, requisitos básicos para acometer la labor sanitaria con auténtica calidad

La función de estos profesionales no se limita a la persona atendida, sino también a su entorno, a sus familias, ayudando a gestionar sus inquietudes, a entender las patologías y a conocer cómo pueden ayudar a su familiar durante el proceso.

“Siento que soy su segundo yo, soy su cómplice”

Nuestros auxiliares tienen verdadera vocación, se esfuerzan, se sienten motivados, realizados y satisfechos con su trabajo de ayudar a quienes lo necesitan: personas en situación de dependencia. Ellos como ellas ponen de manifiesto en este video que adjuntamos que el servicio socio sanitario que ofrece Gerosol es muy humano. Además, se crean unos fuertes vínculos de amistad y unas estrechas relaciones de confianza, donde los propios auxiliares se sienten uno más de la familia. En sus propias palabras: “las personas a las que apoyamos nos aportan mucho”

Como mujer gran dependiente que soy, compruebo en mi piel que cuando me siento bien atendida, se tienen en cuenta mis preferencias y necesidades, y soy respetada, mi estado de salud y de ánimo mejoran notablemente. Esto, a su vez, es muy positivo para el auxiliar o cuidador/a, que incrementa su motivación y aumenta su esfuerzo para continuar mejorando. En definitiva, la humanización en este ámbito es la clave para mantener unos cuidados asistenciales de calidad.

Gracias a este grupo de profesionales gran cantidad de personas en situación de dependencia podemos tener una vida plena. Tanto es así que uno de los auxiliares de enfermería que protagoniza el video al que nos referíamos anteriormente, expresa textualmente, “me divierto en mi trabajo”, “siento que soy su segundo yo, soy su cómplice”. En resumen, Gerosol se esfuerza a diario por humanizar su servicio, poniendo corazón en lo que hace.