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Día Mundial de la Seguridad del Paciente

En Gerosol seguimos compartiendo artículos muy interesantes. En esta ocasión tenemos el placer de contar con la colaboración del Dr.  Gabriel Alessandro Guida – CEO Eumedical, Msc. Sport Science & Nutrition y Msc. Flebology.

Vamos a conocer, a través de su artículo, la importancia que tiene en la práctica clínica la seguridad del paciente y las medidas que la OMS quiere potenciar a través del Reto – Medicación sin daño- , que si bien es fundamental para toda la población adquiere más relevancia en la población mayor, dadas las complicaciones de la polimedicación.

Esperamos que os resulte de interés.

El primer tratamiento que prescribimos como médicos, es la propia atención médica que brindamos al paciente, este principio, así como el principio más básico e importante de la medicina “PRIMUM NON NOCERE” (En Castellano: Primero, no hagas daño), promulgado por Hipócrates, han de ser pilares de nuestra práctica médica. Sin embargo, a lo largo de nuestras vidas todos hemos y seguiremos tomando distintos fármacos y substancias para mejorar nuestra salud o tratar patologías, lo cual conlleva riesgos que deben ser considerados y discutidos por médicos y pacientes durante la consulta.

La profesión médica ha sido categorizada en el pasado como “el arte y ciencia del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades y el mantenimiento de la salud”, concepto que aún hoy en día se mantiene en cierta proporción, aún cuando en la modernidad hemos intentado de llevar la medicina más al ámbito científico, con la realización de investigación y la aplicación de la medicina basada en la evidencia, todo con la intención de incrementar la seguridad en la atención de los pacientes, por este motivo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instaurado el 17 de septiembre como Día Mundial de la Seguridad del Paciente.

La iatrogenia en la medicina está definida como la condición física o mental adversa inducida en un paciente por efectos indeseables o lesivos del tratamiento, en algunas ocasiones la iatrogenia es inevitable, como es el caso de tratamientos quimioterápicos, los cuales causan, casi en su totalidad, efectos adversos. Sin embargo, la iatrogenia más relevante es aquella que puede ser prevenida, y es justamente esta la que produce efectos más letales.

Las estadísticas relacionadas a la iatrogenia evitable varían dependiendo de la fuente, y es complejo conseguir un número preciso, ya que muchos casos pasan por desapercibidos o no son reportados, no obstante en España se realizan aproximadamente 13.500 denuncias de negligencias al año y se estima que el número real de iatrogenias prevenibles asciende hasta alcanzar un 10% de todos los pacientes, siendo letal entre 25.000 y 35.000 casos al año.

Esta información es muy delicada, debido a que puede causar miedo a los pacientes y rechazo de la atención médica, en cambio, el efecto que debemos buscar con este tipo de estadísticas es completamente diverso y, es por ello, que la OMS lanzó en el 2017 el Reto Mundial de la OMS por la Seguridad del Paciente: Medicación sin daño. Para lograr realmente una medicación sin daño, el médico debe trabajar junto al paciente en sinergia y haciéndole protagonista de la decisión que se va a tomar, con esto no queremos establecer que el paciente ha de ser la persona calificada para decidir qué medicación o tratamiento aplicar, sino que el médico debe explicar al paciente la razón por la cual se indica dicha ruta terapéutica, los efectos que se esperan del medicamento o procedimiento médico y las posibles complicaciones que pueden derivar de éste.

Es cierto que, hasta ahora, hemos comentado las repercusiones y la responsabilidad de los médicos en la iatrogenia, no obstante, en muchos casos hay medidas que los pacientes pueden (y deben) tomar para evitar que se presenten estas situaciones. ¿Qué pueden hacer los pacientes para alcanzar la medicación sin daño? Lo primero es tener registro escrito de las alergias e intolerancias que presentan, medicación de uso crónico y antecedentes médicos (todos los antecedentes médicos son relevantes, no omitas nada).

Además de proporcionar toda la información con respecto a nuestra salud, medicación, alergias y demás, es imprescindible que tengas una comunicación fluida, directa y completa con el médico que te está atendiendo, no dejes ninguna duda sin responder y trata de siempre hacer las siguientes preguntas al médico que te esté atendiendo.

  • ¿Cuáles son las reacciones adversas que se presentan con mayor frecuencia?
  • ¿Cómo puedo prevenir efectos adversos?
  • ¿Debo tomar protector de estómago o alguna otra medicación en conjunto a esta?
  • ¿Cuáles son los signos o síntomas de alarma a los cuales debo estar atento/a?
  • ¿Esta medicación tiene alguna interacción con mi tratamiento crónico?
  • ¿Hay algún alimento que interfiera con este medicamento?
  • ¿Debo tomar alguna medida particular al momento de tomar esta medicación?
  • ¿Hay alguna otra alternativa a este medicamento? y en caso de haberla ¿Por qué consideras que éste medicamento es el mejor para mi ahora?
  • ¿Es posible controlar este síntoma/enfermedad crónica sin medicación? y en ese caso ¿Cómo podemos controlarla? y ¿Por qué consideras necesaria iniciar con el fármaco en este momento?

Una vez el médico responda todas tus preguntas, debes intentar ser consecuente con la posología indicada por el médico, recuerda que si el médico te ha indicado tomar un fármaco cada ocho horas hasta cumplir siete días de tratamiento, dicha indicación tiene la intención de garantizar la efectividad y evitar efectos indeseados. (ej. resistencias antibióticas, gastritis por medicamentos, entre otros). Asimismo, es importante recordar las medidas generales habituales para nuestra salud, buena alimentación, adecuada hidratación, actividad física acorde a nuestras necesidades y manejo adecuado del estrés.

Otro aspecto importante en el cual el paciente ha de ser protagonista es en el manejo de su medicación crónica, es importante revisar con tu médico/a, al menos una vez al año todo el tratamiento, para poder verificar si efectivamente es necesario continuar con toda la medicación, así como llevar un control diario de la medicación que se toma y cualquier síntoma o cambio que se presente, asimismo, es importante evitar la automedicación, sobre todo con fármacos que tengan una mayor repercusión en nuestra salud como pueden ser los antibióticos, fármacos para la tensión arterial, diabetes y tiroides, recuerda que siempre puedes hablar con tu médico sobre la forma en la que debes actuar en caso de presentarse alguna situación particular (ej. En caso de un dolor intenso de cabeza ¿Qué debo evaluar antes de ir a urgencias? ¿Qué medicación puedo tomar para esta afección?)

Finalmente para conmemorar el día mundial de la seguridad del paciente es importante recordar los Objetivos del Día Mundial de la Seguridad del Paciente de 2022.

  • AUMENTAR la concienciación mundial sobre la elevada carga de daños relacionados con los medicamentos debido a errores de medicación y prácticas inseguras, y ABOGAR por la adopción de medidas urgentes encaminadas a mejorar la seguridad de la medicación.
  • IMPLICAR a las principales partes interesadas y a los asociados en los esfuerzos para prevenir los errores de medicación y reducir los daños relacionados.
  • EMPODERAR a pacientes y familiares para que participen activamente en el uso seguro de los medicamentos.
  • AMPLIAR la aplicación del Reto Mundial por la Seguridad del Paciente: Medicación sin daño.

Recuerda que debes ser partícipe de las decisiones de tu salud y responsable de la evolución de ésta.