Neumonía: Esfuerzo hasta para respirar

Descienden los termómetros y llegan las enfermedades más frecuentes asociadas al invierno, como la gripe, catarros, bronquitis o faringitis, que afectan principalmente a las vías respiratorias y otras más graves como la neumonía. De hecho, en los adultos de más de 65 años, los casos de neumonía se dan con más frecuencia debido a que tienen una menor reserva respiratoria y una capacidad inmunológica disminuida, siendo una afección muy grave que puede tener consecuencias peligrosas.

Infección a nivel pulmonar

Los pulmones están formados por unos pequeños “sacos” llamados alveolos que, en el caso de las personas sanas, se llenan de aire al respirar. La neumonía o pulmonía son términos que se refieren a la infección de uno o ambos pulmones, causada por virus, bacterias, hongos o parásitos. Estas infecciones vienen acompañadas de una gran respuesta inflamatoria sobre el pulmón, que deriva en un proceso respiratorio doloroso y una limitación en la absorción de oxígeno.

La infección puede desarrollarse a través de tres vías distintas: por aspiración desde la nariz o la faringe, por inhalación o por vía sanguínea. El mecanismo más frecuente es la aspiración de microorganismos desde las vías respiratorias más altas, como boca y nariz.

No existe un cuadro único de signos y síntomas que se ajuste en todos los pacientes, pudiendo variar en función de la edad, la condición médica anterior y el agente infeccioso individual. No obstante, las manifestaciones típicas son tos, expectoración, falta de aire, fiebre o dolor torácico, aunque también puede desarrollarse confusión, somnolencia, caídas o deterioro funcional entre otras posibilidades.

También es importante remarcar que la neumonía como tal no es contagiosa, pero los virus y las bacterias que la provocan sí. Esto significa que por estar en contacto con enfermos de neumonía no necesariamente tendremos esta enfermedad, sino que podemos desarrollar otros síntomas relacionados con afecciones respiratorias como congestión, dolores de garganta, tos…

Una atención extrema y un tratamiento adecuado.

El tratamiento que se utiliza para combatir la neumonía es a base de antibióticos y antivirales, pero siempre adaptándose a la gravedad de cada paciente. Todos los pacientes, tratados en casa o en el hospital, deben tener especial cuidado de sí mismos durante el período de convalecencia. Esto incluye descansar adecuadamente por la noche y echar una siesta durante el día, si es necesario.

En los casos más leves el paciente puede permanecer en su domicilio, pero en casos más severos, bien por la condición del paciente que lo tiene, la gravedad de la neumonía o incluso la situación social, puede ser necesario un ingreso hospitalario.

Ayer, día 12 de noviembre se celebró como cada año el Día Mundial de la Neumonía. Con esta efeméride se quiere llegar a todos los públicos en general para sensibilizar y dar a conocer la enfermedad, que a lo largo del año se lleva la vida de muchos niños y adultos mayores.

En Gerosol Asistencia, nos preocupamos y trabajamos por el bienestar de nuestros mayores con esta patología u otras. Por eso, creemos que en casa es muy importante mantener todas las indicaciones, utilizando todos los medicamentos recetados por el médico. Además de esto, es necesario tener otros cuidados para acelerar el tratamiento como evitar salir de casa durante todo el tratamiento; beber alrededor de dos litros de agua al día, para evitar la deshidratación; evitar usar medicamentos para la tos sin indicación del médico y vestir ropa adecuada a la temperatura, evitando cambios bruscos.

La neumonía constituye un problema actual y un reto futuro. Este objetivo puede ser utilizado por los profesionales que participan en la asistencia de esta afección en cualquier nivel de atención. Su aplicación pudiera mejorar la atención médica, disminuir la letalidad, los costos y mejorar la calidad de vida.

Fuente de información:

http://www.medwave.cl/link.cgi/Medwave/PuestaDia/Cursos/3400?ver=sindiseno