Ley de Dependencia: Una ley llena de sombras

Ley de dependencia: aprobación y objetivos.

La Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, más conocida como “ley de dependencia”, 0aprobada bajo la legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, venía a establecer un conjunto de servicios y prestaciones destinados a la promoción de la autonomía personal, así como a la protección y atención de las personas dependientes, a través de un catálogo de servicios financiados por la Administración General del Estado, las Comunidades Autónomas y las aportaciones de los propios beneficiarios.

Como medidas de ayuda a las personas dependientes la Ley establece servicios de prevención, teleasistencia, ayuda a domicilio, el ingreso en centros de día y/o de noche, servicios de atención residencial y excepcionalmente, el pago de una prestación a la persona del entorno familiar que se encarga del cuidado de la persona dependiente.

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En el año 2008 se estimaba que existían unos dos millones de personas dependientes, esto es, personas que precisan de ayuda en mayor o menor medida, para poder desempeñar actividades básicas en su vida diaria, tales como asearse o vestirse.

Ley de dependencia: aplicación y valoración

Por lo que respecta a la aplicación efectiva de la “Ley de Dependencia”, ésta ha sufrido los recortes de la crisis económica así como retrasos en su calendario de aplicación, lo que ha generado largas listas de espera en los últimos años. Sin embargo, según cifras del SAAD (el Sistema para la Autonomía y Atención de la Dependencia) desde el año 2015 ha incrementado el número de personas que han recibido asistencia, reduciéndose las listas de espera en todas las Comunidades Autónomas.

Lo que a priori es una buena noticia, debe ser tratado con cautela, pues los datos arrojan que la mayor parte de los servicios y prestaciones recibidas desde 2015 vienen referidas a prestaciones económicas de unos 300 € para el familiar al cuidado de la persona dependiente, así como a servicios de teleasistencia, que parecen haberse configurado como la única opción accesible en algunas Comunidades Autónomas.

Desgraciadamente, en algunos casos estas ayudas no son suficientes, ya que multitud de personas precisan de otro tipo de servicios, tales como ingreso en centros de día, lo que obviamente supone un gasto mayor y otras tantas personas siguen esperando a que se les de acceso a percibir prestaciones o servicios.

Sin embargo, a pesar de los recortes y de la lenta aplicación de esta Ley, siempre existen excepciones como ocurre con Gerosol Asistencia, donde gracias al esfuerzo de un gran equipo de profesionales, seguimos atendiendo a las personas dependientes que requieren de nuestros servicios con la máxima calidad humana y sin ningún tipo de recorte.

En definitiva, la sociedad en general y las instituciones en particular, deberían tomar conciencia de que existen un gran número de personas dependientes que tienen derecho a que se promueva su integración e igualdad, a través de los distintos servicios que les permiten controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones personales acerca de cómo vivir y desarrollar actividades básicas de su vida diaria. No olvidemos que detrás de esta ley, hay muchas personas, que no son números sin más.

 

Fuente de información:

https://www.elconfidencial.com/espana/2017-08-21/ley-dependencia-low-cost-teleasistencia_1427980/