Uno de los mejores indicadores del grado de desarrollo alcanzado por una sociedad es la capacidad para reconocer a las personas invisibles, a personas de diferentes condiciones, ofreciéndoles oportunidades para realizar con éxito y en términos de igualdad un proyecto de vida digno y completo. Hablamos de las cuidadoras y de las familias.
En este sentido, los avances de las últimas décadas son indiscutibles e irrenunciables: el número y la variedad de actuaciones se ha multiplicado y, desde 2006, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a Personas en Situación de Dependencia refuerza definitivamente esta tendencia positiva. No obstante, la grave crisis económica que hemos venido sufriendo durante los últimos años requiere estar alerta, no solo para profundizar y mejorar la atención a quienes viven con limitación, sino también para asegurar la sostenibilidad futura de lo ya logrado. Urge, pues, redoblar la atención ante este colectivo, las personas, sus familias y sus necesidades.
Recordamos ahora la Leyenda de los 36 hombres justos o «lámed vavniks«…O probablemente 36 mujeres justas. Cuenta esta leyenda judía que en cada generación hay 36 hombres que sostienen el mundo. Obviamente no hay que interpretar esto en el sentido literal de la expresión, ni siquiera el número debe ser tomado al pie de la letra a pesar de no ser un número cualquiera, representa el «Gran Cuaternario» para los pitagóricos, en él se juntan los cuatro elementos (Tierra, Aire, Agua y Fuego): «Es un número que habla de totalidad«
La leyenda viene a decir que esos 36 hombres pueden ser de cualquier raza, color, sexo y edad, no se conocen entre sí y actúan sin saber. Hace referencia a personas comunes, justas, decentes, volcadas con sus iguales que día a día con sus acciones cotidianas, empapadas de justicia y de sentido común sostienen esta sociedad tantas veces hostil.
Nos gusta pensar que las cuidadoras anónimas están entre esas 36 mujeres justas. Saben que algo está bien o mal sin recurrir a complicadas elucubraciones metafísicas o deontológicas, son decentes, se equivocan y reconocen su error. Saben perdonar y acompañan. Hacen y están. Ambos verbos en la misma proporción.
Sirva este espacio para nuestro reconocimiento a vuestra labor que arrastra ya demasiados olvidos y castigos, y creemos que ha llegado el momento de ir eliminando uno a uno. En el futuro abordaremos otros como: mejora de la calidad de vida de la cuidadora, formación, orientación sobre recursos, ¿Quién cuida a la cuidadora?, etc. Como ahora no se nos ocurre ningún color para vuestra marea lo dejaremos para el siguiente post, admitiendo propuestas desde hoy mismo.
Concienciación y sensibilización. Sólo así conseguiremos mejorar la calidad de vida de las personas mayores y de sus cuidadores o familias, desde un profundo conocimiento de su tarea y respecto de cada una de las situaciones personales y familiares, podremos acompañarles y apoyarles en sus vidas. La única manera de que podamos avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria es formando a los profesionales y concienciando a la sociedad.
Gracias por no perder nunca de vista la idea de que otro mundo y otra sociedad es posible.
Para más información, os adjuntamos unas webs que nos han servido de inspiración para este post. Esperamos que os resulten instructivos.
¡Os deseamos a todos que tengáis un muy buen día!
Fuente:
http://donsotero.blogspot.com.es/2013/05/36-el-gran-cuaternario-segun-los.html
http://suenosignificado.com/numero-36.html
http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&ved=0ahUKEwiF2dPxluPLAhXFXBoKHaXICrUQFggnMAE&url=http%3A%2F%2Fwww.lamed-vav.com%2Fthe-legend&usg=AFQjCNHBLndEy6jsh0kDGXlr2d_sNMEWsQ&sig2=Mvphyf9O2g_bXCfnGTUAtQ
http://www.cuidadoresfamiliares.org/objetivos.php