Las ayudas técnicas dan calidad de vida

Las personas mayores y dependientes encuentran en su día a día dificultades para realizar actividades cotidianas como desplazarse, cocinar, realizar tareas domésticas o comunicarse. Esto les provoca cierto desasosiego y agudiza todavía más la sensación de no valerse por sí mismos.

Del mismo modo, los cuidadores de personas mayores en muchas ocasiones no tienen los medios suficientes para cuidar de estas personas lo que dificulta enormemente su trabajo.

Ayudas para mejorar la calidad de vida

Se entienden por ayudas técnicas todos aquellos utensilios, instrumentos y equipos que están diseñados para ser utilizados por las personas mayores con carácter temporal o permanente y que les sirven para tener un mayor grado de independencia en las actividades básicas de la vida diaria. Las ayudas técnicas están concebidas para incrementar la calidad de vida de las personas con algún tipo de discapacidad. En términos generales se pueden calificar como medios para adecuar el entorno a las necesidades del mayor dependiente.

 

 

 

 

La oferta de productos de apoyo está en continuo cambio, basta con ojear publicaciones especializadas o acudir a ferias anuales para comprobar que el cambio es continuo y la mejora en la calidad de los equipos es muy significativa. Podemos encontrar productos relacionados con el vestido, la alimentación, la higiene personal, que ayuden a mantener una buena postura, que favorezcan el uso del baño y aseo, que mejoren la comunicación interpersonal, faciliten el ocio y tiempo libre, que mejoren la accesibilidad de la vivienda…

El recurso a estas ayudas técnicas, no constituye una regresión, sino al contrario, una forma de vivir mejor. Algunas son ya tradicionales, como la silla de ruedas o el bastón, pero otras, la mayor parte, son novedosas y con frecuencia poco o mal conocidas., como ocurre con los sistemas de comunicación o los cubiertos flexibles. Su aparición en el mercado ha sido como consecuencia del progreso tecnológico y de la idea de que es más útil ayudar a las personas dependientes aumentando su autonomía en lugar de que otros hagan las cosas por ellos. El resultado es una oferta variada que cubre casi todas las necesidades.

Evaluación de las necesidades y del entorno

Se recomienda consultar con un profesional socio sanitario para que evalúe de forma más concisa las necesidades de la persona dependiente y decida qué producto de apoyo es más adecuado. Además, los profesionales de salud que trabajan en el entorno de las personas mayores conocen el uso y manejo de estos aparatos y sistemas, favoreciendo el aprendizaje y personalización de los mismos para una adaptación rápida y normalización de la vida.

 

 

 

 

En España existen aproximadamente 3.500.000 personas con discapacidad, según el Instituto Nacional de Estadística, incluidas las personas mayores en esta situación. De ellas más de 1.500.000 personas se consideran como dependientes por su necesidad de ayuda para el desarrollo de las actividades básicas de la vida diaria.

Las ayudas técnicas han de proveerse en el momento oportuno, ser efectivas y de calidad. Es de gran importancia que en el momento de identificar la ayuda técnica que usará la persona con discapacidad, ésta sea informada, se le brinde toda la orientación necesaria, y se le consulte al respecto, de tal manera que la persona participe activamente en este proceso, respetándose siempre sus preferencias y autodeterminación.

Estas ayudas deben considerar las necesidades particulares y características de la persona. Así mismo, para facilitar su utilización, se debe tomar en cuenta cómo es el entorno en el que se desenvuelve la persona. Es decir que los requerimientos varían no sólo dependiendo de las características particulares de la persona, sino que también de las condiciones del lugar en que va a ser utilizada, por ejemplo, una silla de ruedas para ciudad y una para la playa.

La accesibilidad es más que hacer salvable una barrera. Apostemos por los derechos fundamentales, la libertad, asumiendo como una responsabilidad poder dar la mayor autonomía posible a los mayores, apoyándonos, entre otros recursos, en las diferentes ayudas técnicas. Esta filosofía de trabajo implica una búsqueda continua de soluciones y alternativas de ayudas que faciliten, faculten y hagan posible la accesibilidad espacial y funcional de cada persona dependiendo de su estado de salud o físico en concreto. En definitiva, gracias a estas ayudas técnicas conseguimos una mayor satisfacción en la vida de nuestros mayores.

Fuente de información

https://www.ortoweb.com/blogortopedia/ayudas-tecnicas/