La hidratación: Una acción de vital importancia

Llega el verano y nuestro ritmo diario cambia… Las esperadas vacaciones, realizamos más actividades, nos movemos más, la temperatura aumenta y hace que nuestro cuerpo consuma más cantidad de agua diaria que en invierno. Por eso en esta época del año es importantísimo prestar más atención de la habitual a la hidratación y aumentar la ingesta de líquidos para recuperar las pérdidas de agua en el organismo.
Si tenemos en cuenta que nuestro cuerpo está compuesto en aproximadamente un 80% de agua, es fácil comprender porqué la hidratación es una acción sumamente importante para mantener un buen estado de salud. Entendemos por hidratación a la acción de consumir líquidos en variadas formas de modo continuo y permanente. Esta acción tiene por objetivo reemplazar los líquidos naturales que el organismo gasta en diferentes actividades, especialmente, a través de la sudoración o transpiración cuando se realiza ejercicio. El agua es un elemento fundamental para el funcionamiento de cualquier ser vivo, por lo que consumir los líquidos del organismo sin que estos sean repuestos, puede generar severas complicaciones de salud.

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¿Sabías que…?
El agua es tan importante para nuestro cuerpo que cualquier persona a una temperatura normal y con una vida relativamente sedentaria puede aguantar tan sólo entre 3 y 5 días sin beber. Y decimos tan sólo, porque el organismo de esa misma persona podría aguantar hasta un mes sin ingerir alimentos.

El agua regula la temperatura corporal, lubrica las articulaciones y ayuda a transportar nutrientes necesarios para obtener energía y mantener la salud. Sin embargo, la deshidratación se produce cuando nuestro balance hídrico es negativo, es decir, que perdemos más agua de la que ingerimos. La deshidratación provoca cansancio, dolor de cabeza, dificultad de concentración, malestar general…

Especial cuidado en la hidratación de mayores y niños.
Cada individuo tiene unas necesidades específicas de hidratación en función de factores como la edad, el sexo, el metabolismo, el nivel de actividad física y las condiciones ambientales. Estas necesidades aumentan en ciertos grupos de población como la tercera edad, los niños o las personas enfermas. Estos colectivos son especialmente vulnerables a las consecuencias de la deshidratación. En el caso de los mayores, su mecanismo de detección e identificación de la sed está deteriorado, mientras que en los niños este sentido aún no se ha desarrollado lo suficiente. Por eso, es necesario controlar que estos colectivos ingieran la suficiente cantidad de líquido, incluso sin tener sed.

Debemos beber periódicamente. La botella de agua debe ser nuestra aliada, siendo mejor ingerir los líquidos de forma lenta para que el organismo los asimile mejor. Si ingerimos refrescos debemos vigilar y tener muy en cuenta su composición, ya que con toda probabilidad contengan demasiados azúcares que,  a la larga, son nocivos para el organismo. Para combatir el exceso de calor y la falta de agua, también podemos consumir alimentos variados y cargados de líquidos como gazpacho, sopas frías, ensaladas de frutas y verduras.

Recuerda, el verano está lleno de cosas buenas y nos encanta, pero para disfrutarlo de verdad no esperes a que el cuerpo hable por ti para que la deshidratación no te juegue una mala pasada.

Fuentes de información

http://www.elpais.com.uy/vida-actual/importancia-hidratacion-verano.html

http://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/dieta-equilibrada/como-mantenerse-hidratado-4685