Homenaje a nuestro personal de ayuda a domicilio en esta batalla sanitaria

Todos somos conscientes de la gravedad de esta enfermedad impensable hace pocos meses, donde jamás nadie hubiera pensado que íbamos a estar como en una situación de guerra, pero sin enemigos. La pandemia del coronavirus también está afectando a multitud de sectores de forma muy negativa, a las empresas que lo componen y, en última instancia, a sus trabajadores, que han visto paralizada su actividad laboral.

Gracias, gracias, gracias

Sin embargo, hay varios colectivos de trabajadores que, al contrario que el resto, han visto incrementada su actividad de una forma muy notable desde el inicio de la crisis. Además, si hay una palabra que estos días cobra especial valor, esa es cooperación. Cooperación de médicos, enfermeros, enfermeras, conductores de ambulancia y, en general, profesionales al servicio de nuestra salud que cada día se dejan la piel por nosotros; de farmacéuticos y farmacéuticas que todas las mañanas cuelgan el cartel de «abierto» para ofrecernos remedios frente a mil y una dolencias; o de los científicos e investigadores que luchan a contrarreloj para encontrar ese remedio definitivo al COVID-19…Pero también de policías, guardias civiles, bomberos, personal de reparto, transporte, establecimientos de alimentación, personal de limpieza y ONG que, desde todos los rincones del planeta, continúan contribuyendo a hacer realidad la premisa de no dejar a nadie atrás

La ayuda a domicilio para personas dependientes o mayores se ha convertido en uno de los trabajos de primera necesidad. Muchas de las personas usuarias de la ayuda a domicilio no cuentan con apoyo familiar suficiente y siguen precisando atenciones personales urgentes, como levantarse, cambiar de postura, aseo personal, alimentación… La labor asistencial, tan necesaria en las condiciones actuales originadas por la pandemia del coronavirus, es fundamental para el apoyo y el cuidado responsable de las personas especialmente vulnerables.

Desde Gerosol queremos agradecer a todos los auxiliares, cuidadores, cuidadoras y profesional sanitario que ponéis todos vuestros esfuerzos en afrontar esta grave crisis sanitaria. Esto no sería posible sin vosotr@s.

Somos conscientes que ser auxiliar en la atención a personas de edad avanzada va más allá de la formación y de la experiencia, el factor clave de estos grandes profesionales es su vocación por ayudar a los demás y su capacidad adaptativa para dar a cada paciente en su domicilio lo que precisa en cada momento, por tanto, lo podríamos considerar que es más un tema de personalidad y de cómo cada profesional pone de su parte en el día a día para salir a trabajar, desplazarse en transporte público y enfrentarse a la atención a las personas dependientes con el añadido de que hay un agente externo, invisible, que es totalmente pernicioso para la salud e integridad del propio profesional y además puede actuar en la persona a la que atendemos, genera en algunos casos ansiedad y temor. En el inicio de los contagios el desconocimiento de la enfermedad estaba asociada a situaciones en las que el auxiliar se ha tenido que enfrentar en algunos casos solo, viendo e informando que la persona empeoraba y era necesario su traslado al hospital.

En Gerosol nos gusta cuidar de grandes personas y sabemos que detrás de cada sonrisa, recuperación y reto hay un auxiliar, un cuidador o cuidadora. Por ello, asesoramos e informamos en todo lo que es necesario para afrontar el rol de los servicios de cuidados en esta pandemia global; debemos trabajar unidos para prevenir el contagio del coronavirus y frenar esta situación actual.

Un ejemplo de profesionalidad y dedicación

Todo nuestro personal tiene historias terribles que contar, pero también todos se quedan con lo más positivo de una experiencia. Reconocen haberse enfrentado por primera vez, y esperan que sea la última, a un reto y una situación extraordinaria, tanto desde el punto de vista profesional como humano. Del drama familiar que se ha vivido en muchos hogares españoles han sido también testigos nuestras/os auxiliares, el regresar de un hospital después de largo periodo de intubación con las secuelas de tipo físico que supone para cualquiera, el volver poco a poco a retomar la actividad, o el volver al domicilio después de alta hospitalaria, desconociendo la forma de cómo hacerse cargo de esa persona mayor que sí, ha superado la enfermedad, pero le queda una larga recuperación en el domicilio. Casi todos los días se han tenido que enfrentarse a este tipo de situaciones.

Cabe señalar que el Día Internacional del Trabajo o Primero de Mayo es una jornada que, históricamente, ha servido para hacer reivindicaciones, especialmente de carácter social y laboral a favor de los trabajadores, y que este año ha estado marcado por la crisis sanitaria. Por tal motivo las calles no fueron escenario en esta ocasión de las manifestaciones y marchas habituales. Sin embargo, las redes sociales fueron los “altavoces” de dicha festividad.

En estos momentos de lucha, dolor y miedo, sólo los grandes profesionales demuestran su calidad y su valía, y con vuestro comportamiento así lo estáis haciendo. Sin vosotros, todos y cada uno de nosotros nos veríamos indefensos ante las circunstancias y ante semejante crisis. Sin embargo, con vuestra entrega habéis conseguido darnos una lección de altruismo y saber hacer y con vuestro ejemplo nos habéis enseñado que se puede conseguir luchar, que en la vida existen personas capaces de tener una abnegación total, sin pensar en sí mismos, por conseguir el bien general y en este caso, la salud física y emocional de todos.