Fibroniebla, despiste constante

Vivimos en una época de grandes cambios que llegan de manera acelerada. El flujo de información es constante y tiende a crecer cada vez más. Esto es una bendición puesto que no hay tema o habilidad que esté lejos de nosotros, todo lo que quieras saber está a la distancia de un pequeño recorrido virtual. Sin embargo, a largo plazo, esta carga informativa puede afectarnos hasta tener periodos de neblina mental.

Ahora imaginémonos ese punto en el que estás quedándote dormido y no puedes porque te preguntas si apagaste el horno o pusiste las llaves en la puerta. La neblina mental se trata principalmente de olvidos, de no acordarse de ciertas palabras, citas, cosas que hacer, o simplemente de por qué entraste a la cocina.

Olvidos que dejan de ser despistes

Según los especialistas, el término también conocido como «brain fog», es un conjunto de síntomas que se describen como una alteración en la función ejecutiva y es un problema que afecta en cualquier edad. Los pacientes se quejan por la falta de concentración y por crecientes fallas en su capacidad de recordar.

Hay muchas causas probables para la niebla mental, dependiendo de cada persona. El estrés puede ser una buena razón, por el alto nivel de cortisol que afecta a nuestras funciones biológicas. También son causas probables ciertos cambios hormonales, tener la mente ocupada en otros asuntos, sufrir dolor crónico en alguna zona del cuerpo, la depresión, el trastorno bipolar, la mala alimentación, la falta de ejercicios físicos o mentales adecuados, la desmotivación (laboral, personal, etc.), los desequilibrios de nutrientes en la sangre y el cuerpo, el agotamiento físico y mental o el síndrome de fatiga crónica.

Es importante saber que la niebla cerebral no quiere decir que se tenga un cerebro enfermo, con ciertos trastornos neuronales, o envejecido o con falta de riego. Sino que se trata de un cerebro que simplemente quiere mostrar su enfermedad, lo cual le lleva a lo que ya sabemos… dolor, agotamiento y cierta pesadez o falta de concentración.

Sería fácil evitar la niebla mental intentando no ser partícipe de las causas descritas en el punto anterior. Sin embargo, una vez que se agudizan los síntomas, hay algunas acciones que podemos realizar para mitigarlos.

Pequeños hábitos para mejorar los síntomas

Para optimizar el rendimiento de la salud mental es recomendable «tomar fotos mentales»; si nos presentan a una persona llamada Carolina, ponerle «Carolina de Mónaco» y esto ayudará a recordar el nombre.

Hacer del descanso nuestro mejor aliado. Incluso aunque no te sientas cansado. Cuando sientes que no puedes pensar con claridad es el momento de descansar, aunque sea cinco minutos.

La rutina puede ser una gran aliada en los casos de niebla mental, intenta dejar las cosas en el mismo sitio y seguir unos hábitos rutinarios.

Cada persona tiene un momento del día en el que es más activo física o mentalmente. Deja las tareas difíciles para ese momento.

En nuestra vida cotidiana hablamos por teléfono mientras conducimos y al mismo tiempo intentamos leer el periódico. Es de locos ¿no? Para evitar la niebla mental evita también los procesos multitareas. Empieza una cosa y hasta que no la termines, no empieces otra.

Mejora la calidad de tu sueño. Esta pauta no quiere decir que duermas 12 horas al día, sino que las horas que duermas, al menos 8, consigas tener un sueño reparador. Para ello puede ayudarte tener un ambiente confortable, establecer una rutina, levantarte siempre a la misma hora…

Identifica las situaciones estresantes y evítalas. Cuando no puedas evitar estas situaciones intenta trabajar una forma de calmarte y relajarte.

Si sabes que la niebla mental te confunde, puede ser útil tener alguna respuesta planificada para esos momentos. Respuestas sencillas que te permitan aplazar lo que estés haciendo para otro momento en el que la niebla mental haya pasado.

Pon a trabajar al cerebro haciendo crucigramas, rompecabezas o juegos de estrategia… o algún tipo de entretenimiento como la lectura que estimule tu cerebro.

Por supuesto, la meditación no sólo te ayudará a controlar el estrés, sino que también será una gran aliada para aumentar tu concentración.

Si crees que tienes los síntomas de la fibroniebla consulta a tu médico, él te ayudará a hacer los ajustes necesarios en la medicación, pero los cambios en el estilo de vida dependerán solo de ti. El mejor consejo que te podemos dar es que no te desesperes, procura siempre mantener la calma. Si te irritas, deprimes o enojas, las cosas van a ser peores. Esperamos que este artículo haya sido de utilidad.

Fuente de información

https://www.elpais.com.uy/domingo/neblina-mental-nueva-enfermedad-siglo-xxi.html