Begoña, una voluntaria muy comprometida, al frente de Gerosol

«Los voluntarios son esenciales para la mejora del bienestar de los colectivos más desfavorecidos y, aunque suene a tópico, la mejor recompensa es que recibimos más de lo que damos». Así, resume Begoña López Viagel, directora general de Gerosol Asistencia, su larga trayectoria siendo voluntaria coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Voluntariado.

Begoña lleva más de veinte años siendo voluntaria, colaborando con distintas organizaciones
Begoña lleva más de veinte años siendo voluntaria, colaborando con distintas organizaciones

Begoña empezó a tener contacto con el voluntariado con tan solo 17 años, siendo monitora de campamentos con niños con síndrome de Down y parálisis cerebral. «Así a través de esta experiencia es como empecé a conocer el mundo de la discapacidad de cerca», recuerda con emoción.

Por ello, decidió, mientras estudiaba, dedicar los fines de semana a continuar con esta labor. «Esto me hizo ver que estos niños eran felices y que me hacían partícipe de esa felicidad», subraya Begoña, quien añade que además «percibía que mitigaba la dureza que, en ocasiones, vivían los padres».

Posteriormente, una vez terminó de estudiar Educación Especial y Trabajo Social, continuó su voluntariado en esta ocasión, con personas inmigrantes. «Esta también fue una etapa muy enriquecedora aunque muy distinta porque me centraba en cuestiones como la resolución de conflictos o campañas humanitarias». Y, así prosiguió trabajando prestando su tiempo y entusiasmo a los que más lo necesitan.

Y, por ello, también decidió en 2004 fundar Gerosol Asistencia. Su objetivo, ayudar a que tengan mayor calidad de vida, a través de la asistencia sanitaria y de apoyo a domicilio, a las personas que tengan algún tipo de discapacidad, dependencia o enfermedad.

Ahora, Begoña, aunque su situación familiar no le permite tener tanta dedicación al voluntariado, siempre encuentra la manera de seguir colaborando con la organización de campañas solidarias o viajes, como el que realizó el pasado año, como observadora a un campamento de refugiados sirios en Jordania. «Me gusta seguir involucrada porque así lo siento», asegura e invita a todos a poner su granito de arena.