Apúntate a moverte y cambiar de postura

El día a día hace que muchas de nuestras acciones las realicemos de manera rutinaria, de modo que no prestemos atención a cómo las ejecutamos. Sin embargo, estas acciones son más relevantes de lo que nos pensamos, y pueden tener una repercusión en nuestro presente y futuro. Además de una buena alimentación y la práctica de ejercicio físico de manera regular, hay que prestar atención a la higiene postural.

¿Sabías que se calcula que el 80% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida? Si esto no se trata suele cronificarse, presentando complicaciones a nivel personal, social y laboral. Como tantas veces, la clave es la prevención.

Toma conciencia de tu postura y tus movimientos

La higiene postural nos muestra qué postura es la adecuada en cada situación para que nuestro cuerpo no sufra ninguna lesión ni a corto ni a largo plazo. Si te habitúas a estar mal sentado o tumbado en posiciones que no son las apropiadas, tu columna vertebral lo notará. Pero también hay que prestar atención cuando estamos caminando o realizando algún tipo de actividad física.

 

 

 

 

 

 

Debemos ser conscientes de nuestro propio cuerpo en cualquier momento y lugar. Esperar de pie en la cola del supermercado, o hacer tiempo sentados mientras viene el metro también son ocasiones en las que debemos cuidar nuestra postura.

Por ejemplo, la forma correcta de sentarse debe ser con la espalda recta, en posición vertical y los pies en el suelo. Pero no permanezcas así todo el tiempo, es necesario moverse. Rehúsa a quedarte durante mucho tiempo en una misma posición. Aunque debes tener la postura correcta, no puedes pasar más de una hora rígido de la misma manera.

Lo mismo sucede cuando haces ejercicio a diario, pero siempre el mismo. Imagina que te dedicas a correr durante una hora todos los días. Y ese es el único movimiento que haces entre las horas que pasas sentado en el trabajo y las que pasas sentado en casa en tu tiempo de ocio. Esa hora que has dedicado a correr, ejercitando siempre los mismos músculos, también está ayudando a provocar desequilibrios y malas posturas. ¿Cuál es la solución? Es importante realizar muchas actividades diferentes durante el día.

El cuerpo puede realizar innumerables movimientos y es necesario que utilicemos todo nuestro sistema músculo-esquelético. De otro modo, lo que estaremos creando serán músculos demasiado desarrollados y, por contra, otros que han perdido por completo su fuerza por falta de uso.

Presta atención también de tu calzado

Y por supuesto, la higiene postural también depende en gran medida del calzado que lleves. Los zapatos estrechos son responsables de deformidades en los dedos del pie ya que no tienen espacio suficiente para expandirse y crear una base amplia que soporte bien el peso del cuerpo. Cuando son demasiado rígidos, no dejan que las articulaciones se muevan con libertad y esto debilita la musculatura de pie y pierna. Los tacones, además, provocan que todo el peso del cuerpo se desplace hacia delante y se apoye únicamente en la punta, reduce la movilidad y origina problema tanto en los pies como en las articulaciones de la rodilla.

 

 

 

 

 

 

Otro de los problemas de nuestra sociedad: todo el tiempo que pasamos mirando a la pantalla de nuestro teléfono es tiempo que estás con la cabeza colgando, tirando del cuello hacia abajo. Entonces, ¿qué hago? Cuando utilices tu teléfono, procura mantenerlo a la altura de los ojos para evitar inclinar la cabeza. Y, por supuesto, cuanto menos tiempo pases mirando a la pantalla, mucho mejor.

También el movimiento es esencial para la salud de la persona en situación de dependencia, y los cambios posturales son la principal medida preventiva cuando nuestro familiar no puede valerse por sí mismo. Nuestros auxiliares trabajan para potenciar la independencia de la persona, pero si ésta no es posible se ha de realizar mediante un apoyo a la movilización, levantar, acostar, traslados de posición y ubicación para prevenir las escaras o úlceras por presión.

En Gerosol Asistencia, trabajamos por y para el bienestar de nuestros beneficiarios.

Ya sabes, cuídate. Como siempre decimos, hazte responsable de tu salud en la medida que puedas.